Judex: Te sigo por aquí y como la verdad es que no encuentro comprensión en nadie, recurro a ti porque creo que sabes mucho de lo que siento. Tengo el oral en unos quince días y me invade una sensación absoluta de que la última semana lo he echado todo a perder. He perdido temas en la vuelta, tengo una ansiedad terrible que me mata (nunca imaginé que se podría sentir algo así) y creo que tengo depresión o algo parecido. Lloro cada poco y cualquier cosa me emociona. No creo que haya una solución mágica para esto, pero quería pedirte ayuda. Muchas gracias por adelantado. Te pondré un poco en antecedentes. Llevo cuatro años opositando. A los dos años aprobé el test y el primer oral y suspendí el segundo porque no había terminado el temario. La siguiente convocatoria se retrasó, me desanimé mucho y suspendí el test por muy poco. Me hundí bastante, pero lo afronté mejor de lo que esperaba y tras quince días de amargura volví a estudiar bien y en la siguiente volví a aprobarlo. Como ya te he dicho en unos días vuelvo a tener el oral, sin haber descansado más que medio día desde hace meses. Es admirable que sigas interesado en nosotros, los pacientes opositores, los grandes olvidados por muchos después de que consiguen su aprobado.
Justito: Suerte tuviste de recuperarte de quince días… Bueno, no puedo olvidar la oposición (en sentido positivo) porque valoro mucho lo que me ha costado llegar hasta aquí y si mi experiencia ayuda a otros pues casi que se ha convertido para mi en un deber el intentar hacerlo. Me parece que no te queda otra que aguantar el tirón. Déjate algo de tiempo para descansar y duerme lo mejor que puedas (y si hay que tomar alguna cosa, pues la tomas). Aprovecha la situación que atraviesas por la proximidad del examen para sacar fuerzas de flaqueza y ya descansarás si la cosa termina (… bien o … mal). Si terminara mal descansa mucho porque se puede pagar muy caro el no hacerlo en una siguiente convocatoria. No queda otra en mi opinión. ¡No te hundas y no desesperes!
Dos semanas después
Judex: Me ayudaste con tus palabras. Solo quería decirte que ayer me examine y aprobé. Gracias. Gracias por contestarme. Ahora me queda el segundo oral.
Justito: Bueno, pues ¡ya queda menos! Ánimo y me alegro mucho. ¡Enhorabuena!
A dos meses del segundo oral
Judex: Siento ser tan pesada pero creo que eres la única persona que puede entender lo que siento. Estoy a dos meses del último oral. Tras una primera vuelta al temario (que tenía visto pero llevaba meses sin tocar) ha llegado el momento de hacer un importante cambio de ritmo y la primera clase ha sido terrible. No logró llevar los temas en el tiempo que se supone que debo hacerlo y eso me mete en un bucle de pensamientos negativos del tipo “no voy a aprobar”, ” no me da tiempo” y eso me genera más ansiedad y una angustia terrible. Terrible. Pierdo tiempo por no concentrarme y alimento aún más el bucle. No sé qué hacer. Sufro, y sufro mucho, y solo quien ha sufrido por esa sensación de angustia sabe lo que es. Supongo que no hay recetas mágicas .. pero hace dos años, cuando llegué al último, fui a un psicólogo, y, no sé si sería mala suerte, pero en dos sesiones pensé que a mí eso no me servía y lo dejé. He recurrido a las pastillas, pero me esfuerzo en no tomarlas esperando a que falte menos tiempo y me apaño como puedo con tilas, valerianas y cosas similares. Eso sí, la pastilla para dormir no la perdono. Si no duermo, me empastillo.
Justito: A lo mejor pierdes tu oportunidad por no hacerlo. Yo me chupé dos años y medio en blanco por no medicarme. ¿Qué crees que te va a pasar por estar una temporada con medicación?
Judex: Pues, realmente nada más que qué me pueda “enganchar”. En cuyo caso después, me desengancho y ya está. Las pastillas me quitan la ansiedad, pero no la tristeza ni el bucle (al menos permanentemente). La medicación me serena y permite que me centre, pero no me libra de la tristeza autodestructiva.
Justito: Medio mundo (que no oposita) toma ansiolíticos, tranquilizantes, somníferos o antidepresivos, pero no lo dice. Tal vez si no te quita el bucle, es porque no tomas la cantidad suficiente. Yo creo que eso que llamas bucle también desaparece con las dosis adecuadas. Tampoco vas a levantarte tocando las castañuelas, pero si que lo harás con bastante normalidad, como si estuvieras al principio de la oposición o como si llevaras mucho menos tiempo, como si estuvieras con mucho menos lastre encima. La felicidad solo la vas a conseguir cuando apruebes. La oposición es un infierno (dejémonos de tonterías) que te hace infeliz casi permanentemente.
Judex: Entonces, lo máximo a lo que puedo aspirar es al “estado trankimazin”, ¿no? Calma, aunque el infierno y las ganas de no levantarme sigan ahí.
Justito: Sí, algo así. Yo antes de empezar a medicarme seriamente era un “despojo”. Después de hacerlo, empecé a estudiar bastante bien (aunque no como al principio) y eso me daba cierta felicidad que me animaba a continuar. Tuve más momentos de debilidad y flaqueza pero ya estuve bastante estable hasta el final (de 1998 a 2002). Me endiñaba muchas pastillas pero fue mi apuesta y la gané. Estaba (casi) seguro de que a mi no me pasaba nada. Todo era por la oposición y así ha sido finalmente.
Judex: Me asaltan pensamientos constantes de que haré con mi vida si sale mal. También pienso en los demás que sí que han aprobado.
Justito: En los demás no debes pensar. Tener un plan B alivia algo, no cabe duda, aunque el mío (trabajar en la notaría de mi padre) no me gustaba nada. Se me hacía duro pensar en estar al otro lado de la mesa, en el despacho de al lado y no en el principal. No era lo que yo quería. No era aquello que siempre me había motivado y por lo que tanto había luchado.
Judex: Yo no tengo plan B… Al final a ti te salió bien. La verdad es que es difícil encontrar alguien que te comprenda y que no le importe mostrar que flaqueó. A mi alrededor parece que todo el mundo lleva los temas que tiene que llevar, que le da tiempo y que todo va estupendo. Yo, en cambio, siempre he ido con la lengua fuera, nunca me ha dado tiempo y siempre he pensado que todo me iba mal.
Dos meses más tarde: ¡Aprobé¡
Judex: Sentía que debía contártelo. AYER POR LA TARDE APROBÉ LA OPOSICIÓN, y quería darte las gracias porque me agarrado a ti y a tu blog en momentos en que he tocado fondo, pero muy al fondo y siempre me has contestado. Gracias por tu humanidad y por tu sinceridad.
Justito: Holaaaaaaaaaaaaaa, ¡bravo¡. ENHORABUENÍSIMA. Todo lo que pueda decirte por aquí se queda corto. Te voy a dedicar un post y a contar nuestras conversaciones. Es genial. Cuanto me alegró y muchísimas gracias por decírmelo. Ahora tienes que ser una gran profesional y disfrutar de lo que has conseguido.
Judex: Aún no me creo lo que me ha pasado, ni que fuera capaz de conseguirlo. Pensé en retirarme porque no me sabía bien un tema y algo me impulsó a quedarme. No sé que fue y he aprobado. Tengo la sensación de que se lo debo a algo y no sé que es. Supongo que serán cosas que se piensan al principio, pero no me lo puedo ni explicar. Gracias por tu atención y por tus consejos. Gracias de corazón. Ojalá nunca pierda yo de vista todo lo que he pasado y pueda ayudar a los demás como lo haces tú. Eres un ejemplo de persona.
Justito: Olvida todo eso. Ha pasado porque te lo has currado y punto. Esto es el resultado de tu enorme trabajo. Gracias por tus palabras que también me animan a mi. Ya sois varios los que os habéis sentido ayudados por mi, habéis aprobado y me habéis dado las gracias. Me hace una gran ilusión y me proporciona mucha felicidad todo lo que me cuentas. Mantener el contacto con los opositores que lo han pasado mal y que han aprobado es fantástico porque me hacéis partícipes de vuestro éxito, un éxito que es, en realidad, tremendamente individual. De fuera del mundo de las oposiciones a notarías y registros, eres la segunda que me avisa de que ha aprobado. Ya tengo dos pacientes psicológicas aprobadas: una jueza (o fiscal) y una abogada del Estado. Mola, mola mucho y eso sin tener que recurrir a “la prueba de la manta”.
Veo aquí como es el proceso para ser Juez o Fiscal: “La convocatoria de la oposición, que debe tener lugar al menos cada dos años, viene en la práctica realizándose de forma anual desde el año 1998. Desde 2001, se realiza conjuntamente con la de ingreso en la Carrera Fiscal, de modo que las personas aprobadas optan, según la puntuación obtenida y las plazas convocadas, por el ingreso en la Escuela Judicial o en el Centro de Estudios Jurídicos del Ministerio de Justicia“.
Judex: Todo lo que te digo es sincero. Cuando todo se puso muy negro y no sabía dónde buscar fuiste un oasis en mi caos. Mi preparador es muy buena persona pero ya no me valían sus palabras.
Justito: Bueno a mi me pasó lo mismo con Mac, ya no sabía cómo ayudarme en el plano psicológico. Tal vez aquellos que no han sufrido lo mismo o lo han hecho pero no saben motivar a otros, aunque sean magníficos preparadores y personas, son un poco inválidos cuando llega lo peor de lo peor. Probablemente con el tiempo serás aún más consciente de lo que tu preparador ha hecho por ti. Espero que sigamos en contacto y que, su Señoría, mantenga siempre los pies en la tierra. ENHORABUENA.
Toda la historia de mi oposición contada cronológicamente puede leerse en “Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)”. Si alguien se anima a recibirlo dedicado que me escriba a justitonotario@hotmail.com y le explico cómo proceder. Todavía no me explico cómo hay opositores de larga duración (o que vayan a empezar porque ya sabéis que mi libro es también de primero de opositor a notarías) que no tienen mi libro en su mesita de noche porque, creedme, no vais a encontrar una historia como la mía en ningún sitio. Solo nos quedan unos treinta y cinco ejemplares aunque espero que sigamos imprimiendo mas cuando se acaben.
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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Genial como escribes!
Muchas gracias¡