Chistes y anécdotas notariales: Episodio IV

Pisos de PVC

– Buenas, les traigo la documentación que me pidieron de mi hijo. Es para comprar un  piso de PVC.

– Será de VPO.

– Pues eso.

Apellidos con sorna

Hace unos días, y prometo que no es broma, he firmado con una Señora sudamericana cuyo primer apellido era Chocho.

Aunque la palabra tiene distintas acepciones, la que estáis pensando os vendría en este caso más a la cabeza que la de los altramuces (que mi “muy mejor amigo” Luis Martínez Bernal, el que me regaló la placa que preside mi sección de Oposiciones, llamaba chochetes o chochos de monja), o que la del viejo chocho o que la de estar chocho de contento o satisfecho.

No sé si en el país de la Señora Chocho la palabra significa eso mismo, pero aquí creo que habría causa más que suficiente para cambiarse de apellido.

Desde ese día mi hermano, el de cuellotortuga, y yo nos estamos riendo e imaginando combinaciones humorísticas. Las hay con el segundo apellido y también con el primero. Las hay con el nombre de pila. Hasta me he visto situado en aquella famosa escena de “Forrest Gump”: “¿Hay un Señor Chocho?, Señora Chocho

En mi caso, si había un Señor Chocho, estaba presente en la firma y, por cierto, de no muy buen humor, tal vez a la defensiva ante una eventual broma que, por supuesto, yo no le iba a gastar.

No haré más chistes con el dichoso apellido y dejaré la cuestión a la imaginación de cada uno, pero podría morirme de risa si me apareciera Doña Dulce o si la Señora Chocho tuviera hijos con el Señor Rico (el apellido más común en el pueblo donde tengo la notaría).

“Tú no firmes nada”

En “El Verdugo” de Luis García Berlanga hay una famosa escena protagonizada por María Luisa Ponte, José Luis López Vázquez y Nanni Moretti que a mi amigo FerFer, que es quien me habla de ella, siempre le recuerda a los Notarios.

Actualmente tiene doble motivo para el recuerdo: las firmas, que las carga el diablo, y las bodas puesto que los Notarios ya podemos autorizarlas.

Tú no firmas nada, que lo escrito queda. ¡Que no firmes, Antonio, que un día tus hijos se van a avergonzar de ti!”, – le decía, desgañitándose y suplicando hasta la ronquera, María Luisa Ponte a López Vázquez.

¡Y eso que se trataba de actuar como testigo en una boda¡ (la boda del protagonista de la película que era “El verdugo” del título, de ahí la futura vergüenza de los hijos).

En “Plácido”, también de Berlanga, la historia principal de la película gira en torno al vencimiento de una letra de cambio, por lo que la sombra del Notario (y la de su mujer) está presente durante toda la película. Tengo que volver a verla de nuevo porque hace mucho que no lo hago y tal vez pueda darnos algo de juego en la sección. De nuevo FerFer me ha puesto en esta pista de humor/anécdota notarial.

Correctores

Nuevos gazapos de la tecla y de los correctores.

Sociedad legal de gananciales: Doña Fulanita compra y adquiere para su sociedad LETAL de gananciales. ¡Tampoco es para tanto¡

Presupuesto: No es lo mismo pedir un presupuesto que un “por supuesto” y aunque a algunos les sorprende cada vez damos más “por supuestos” en la notaría. Eso sí han de ser verdaderos “por supuestos”, porque dar por supuesto no resulta nada recomendable en la función notarial.

La última travesura detectada de los correctores puede verse aquí en una Sentencia de la Sala 1ª del Tribunal Supremo que figura entre las incluidas en este post de Doctrina Jurisprudencial:

Accesión invertida: No es que sea una denominación ni una figura jurídica sencilla para el profano, pero si encima nos empeñamos en llamarla “ascensión invertida”, el lío sera “morrocotudo” y hasta podría hacernos topar con la Iglesia.

El arancel notarial: ese gran desconocido

Los números (artículos) del Arancel notarial (para el próximo, si algún día llega, ¡por favor que lo ordenen de otro modo¡) suelen provocar bastantes dudas y reclamaciones en nuestras facturas:

– Oiga, a mí solo me han dado 2 copias y aquí pone 4 – confundiendo cantidad de copias y número que las regula en el arancel.

Eso de que “los folios de matriz, a partir del quinto folio inclusive, devengarán 3,005061 euros por cara escrita” o de que “las copias y cédulas autorizadas y su nota de expedición, en su caso, devengarán 3,005061 euros por cada folio o parte de él y a partir del duodécimo folio inclusive, se percibirá la mitad de la cantidad anterior” habitualmente se denomina “exceso de folio” o “exceso de cara” y puede dar lugar a esto:

– ¿Esto del exceso de cara que significa?.

– Es un concepto regulado en los números 4 y 7 del arancel notarial le explican en la notaría.

– “Qué coño arancel¡ ¡Menuda cara, me ha soplado 50 euros¡ – se irán pensando algunos.

Notarios sin corbata

Tardé años en ponerme traje y corbata para ir a la notaría y como actualmente vivo y trabajo en tierras de intensos calores, sigo la costumbre de pasar al uniforme de verano del 1 de Junio al 30 de Septiembre. Entre ambas fechas me doy a la manga corta y al sincorbatismo.

Así se lo explicaba a un viejo compañero de la Facultad que extrañado por la exactitud de las fechas en las que voy de uniforme de verano me dijo:

– Ah, ¿es que lo tenéis regulado? 

Evidentemente no, y es que no tener un jefe que nos diga que hacer o que no hacer o como vestir, es una de las mejores cosas de esta profesión nuestra como les comenté aquí a los niños del colegio de mi hijo.

El certificat

Hay que ver lo que nos cuesta a los que no tenemos oído para los idiomas, adaptarnos a las demás lenguas cooficiales de nuestra España plurilingüistica que uno ya ha recorrido un poco en su camino de catorce años por el notariado que abarca tres provincias, tres comunidades autónomas y tres colegios notariales.

Un día llaman a mi notaría menorquina y mi mujer, que trabajaba allí (y que ya lo hacía en mi primera notaría), tras un largo speech en “menorquín” del comunicante, cuelga y dice:

– Vaya rollo que me han contado. Lo único que he entendido ha sido “no se qué” de un “certificat”.

Colmos

El colmo de un Notario

Un compañero de promoción de mi padre al que hago mención aquí, puso Fe a todos sus hijos como segundo nombre. A los chicos y a las chicas. Al menos una de las chicas es Notario.

Esto me ha hecho pensar en el colmo de un Notario: Llamarse Fe, estar casado con Doña Fe, vivir en la Calle de la Señora de la Fe, ser Notario de Santa Fe y … haber perdido la Fe.

El colmo de un ciego

Comprar la vivienda ONCE y hacer una hipoteca UNILATERAL (que figura más absurda, porque en ella no hace falta que veas a nadie puesto que el Banco ratifica la hipoteca en otra notaría convirtiendo al gestor presente en el acto en el convidado de piedra).

“Te he dicho que al Notario no se le molesta”

Enlazo lo de “esto sí es cosa mía” con la vieja anécdota que me contaba mi padre de la época en que fue Notario en la provincia de Toledo, allá por finales de los 60 y principios de los 70. Tenía entonces un único oficial que había acostumbrado al público que visitaba la notaría para consultas o para firmas a “no molestar al Notario”. Las consultas eran cosa del oficial, las firmas, evidentemente, del Notario.

Si alguno de los paisanos se saltaba esa disciplina y “osaba” preguntar algo al Notario, el oficial le decía:

-¡Pero no te he dicho que al Notario no se viene a preguntar¡ Al Notario se viene a firmar. Al Sr. Notario no se le molesta con preguntas. Las preguntas me las haces a mí”

Y eso que mi  padre estaba deseando que le preguntaran y apercibía al oficial cuando esto sucedía.

Ahora la gente se ha soltado y tiene que soltarse más aún, aunque sin pasarse que algunos me llaman “machote”, “cariño” o “campeón” por el pasillo y me chocan las manos como si fuéramos jugadores de la NBA.

¡Pues hará veinte años¡

Un extraordinariamente bien conservado octogenario cliente mío, que viene a firmar un paquete de escrituras con sus hijos y al que llevo una temporada larga sin ver, responde de este modo cuando le pregunto:

– Zacarías, ¿sabe hace cuanto que no nos veíamos?

– Pues hará veinte años, – me responde.

Lo gracioso está en que llevo nueve años en mi actual destino y sólo catorce años de Notario. Hace veinte años yo era un triste opositor a notarías al que le faltaban aún seis para salir de su aburrida espiral de estudio y exámenes.

Seguramente la confusión de Zacarías se debió a mi barba. Ya me dice mi madre que me hace mayor.

Gracias a todos por vuestras aportaciones, especialmente a FerFer, Antonio, Marta y Luis.

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario




 

2 comentarios

  1. Para el anecNotario… Digo, Anecdotario de chistes: El colmo de los Notarios:
    Para la colección de chistes:
    -Oye, Jesús, estoy buscando un notario con experiencia, mucha experiencia. Y ya sabes que eso sólo lo da la edad, el tiempo… ¿Sabes de alguno muy viejo…?
    -Si, Pedro… El que escribió el Antiguo Testamento…
    -¡Claro… Qué listo eres, Maestro!. ¿Y dónde puedo encontrarlo?
    -A la diestra del Señor, Pedro.
    -Pero me resulta inalcanzable, Maestro. ¿Conoces a otro?
    -Sí, pero no sé si recomendártelo… El que está escribiendo el Nuevo Testamento. No sé como voy a terminar con él, porque también es abogado de la corte de Herodes.

    • Buenos días Gabriel:
      Gracias por la aportación¡, la participación y el comentario.
      Saludos. Justito El Notario.

      Si te ha parecido bien o te ha resultado útil mi contestación, puedes invitarme a una caña o hacer un donativo a una ONG; si quieres más información pincha aquí

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