oposita y estudia

¿Hay casos de personas que opositaron y trabajaron al mismo tiempo y lo lograron? 

 

Hace unas semanas recibí este extenso comentario:

 

“En primer lugar, muchas gracias por el magnífico trabajo que usted realiza. Muy especialmente, las guías que ofrece para el tema del dictamen mediante los supuestos que va colgando en la página. Dicho esto, me siento “espeluznantemente” identificado con las cuestiones que motivaron esta entrada de su página web. En mi caso, y que conste que solo lo público porque hay anonimato, realicé el Grado en Derecho en cinco años pues tuve una enfermedad que me obligó a parar algo más de un año (felizmente superada), después realicé el Máster de Acceso a la Abogacía de dos años de duración, seguidamente vino la pandemia, lo que retrasó la fecha del Examen de Abogacía y también los trámites administrativos colegiales. Digamos que esto último se alargó algo menos de un año, de modo que lo que usted tuvo con 23 años (tras 5 años de Licenciatura), en mi caso personal lo obtuve con 26 años. 

Expuesto mi itinerario hasta lograr el título de Abogado, decirle, que después vino lo “bueno de verdad”, unas condiciones laborables miserables, cero compañerismo profesional, abogados veteranos que conciben a los nuevos como a esclavos (el falso autónomo es la norma general y puestos a ello, me hice autónomo por mi cuenta), intrusismo profesional (el famoso amigo que “todo” lo sabe), personas impertinentes que te piden que hagas unos trabajos bestiales a precio de saldo (lo que intento evitar, a no ser que no me quede más remedio), un Colegio Profesional, que hoy día, no se todavía para qué coño sirve (sé las funciones que tiene, pero parece más una plataforma para irse a un partido político o para decirse mutuamente lo cojonudos que son). Vamos, que si lo sé con 16 años, me hago Ingeniero o Médico y emigro a otro país. Dicho esto, y perdone el desahogo, decirle que veo las oposiciones como un medio para dejar de subsistir y lograr vivir de otro modo.

Mis preguntas son:

  1. ¿Hay casos de personas que opositaron y trabajaron al mismo tiempo y lo lograron? No me refiero a Chico y Ortiz, que preparaba, sino a Abogados en ejercicio u otros funcionarios.
  2. Los materiales que se encuentran online, en esta y otras webs, ¿bastan para aprobar? En otras palabras, ¿contienen la información necesaria?
  3. Si antes de leer un tema de la oposición a notarías, me memorizo íntegro como el Padrenuestro, el Código Civil, los artículos de la Ley Hipotecaria y otros textos legales que usted considera necesarios, ¿no tendré hecha una buena parte de la preparación de la oposición?
  4. Y, ¿después no sería más sencillo memorizar los temas, puesto que sería memorizar la doctrina y la jurisprudencia que surge de analizar las leyes, las cuales, ya me sabría de memoria?

Si se fija no entro en la figura del preparador, por varios motivos:

  1. En primer lugar, sé que es muy recomendable tener un buen preparador que tome los temas (es la regla general), pero conozco casos de personas que han aprobado oposiciones A1 sin preparador (Judicaturas e Inspección de Hacienda) mientras otros con preparador las suspendían.
  2. En segundo lugar, y que conste que esto me lo dijo un Registrador en una optativa de la carrera, “si te sabes de memoria literal las doce caras de cada tema llegas a los prácticos, si además las entiendes; serás Registrador” dándome a entender, que la oposición es un 45% buenos temas, otro 45% la capacidad y esfuerzo de cada uno y un 10% el preparador y la suerte.
  3. En tercer lugar, porque además de que ir a un preparador, me obligaría, como es natural, a adaptarme a su rutina (y yo tengo trabajo y familia). Mi idea sería meterme toda la información que pueda en la cabeza (códigos literales y temas) y cuando la haya digerido (y cantado en tiempo), entonces buscar un preparador, pero con gran parte del trabajo adelantado, pensando sobre todo en los prácticos. ¿Qué le parece esto último?
  4. Por último, decirle, que antes veía la memorización de los textos legales como una idiotez, pero me he dado cuenta de lo útil que es tener las cosas en la cabeza y no tener que buscar fuera, la respuesta a las preguntas de un cliente.

Muchas gracias”.

De una manera o de otra creo que entre la sección Oposiciones, los OpoFlashes y mi “Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)”, diría que todos los temas están tratados, pero no quería dejar pasar la oportunidad de hacer algún comentario añadido y de publicar el propio comentario que resulta la mar de interesante.

 

“Veo las oposiciones como un medio para dejar de subsistir y lograr vivir de otro modo”

 

Si hay tres perfiles predominantes entre aquellos que me cuentan sus cuitas y me piden consejo u opinión acerca de este mundillo de las oposiciones a notarías, diría que son el de los que están pensando en empezar, el de los que están en crisis y el de los que se enganchan al carro un poco o un mucho mas adelante de lo habitual y en bastantes casos con una experiencia laboral a sus espaldas, casados o con pareja y hasta con hijos. En este último grupo, prevalece la visión de nuestro amigo (al que llamaremos Identitatis) de pasar a una mejor vida (a una mucha mejor vida, probablemente). El esfuerzo Identitatis o cualquiera lo consigue merecerá la pena (aunque no tanto, a veces, como podría pensarse).

 

¿Hay casos de personas que opositaron y trabajaron al mismo tiempo y lo lograron?

 

Sí, muchas. En la última promoción tal vez haya un par de casos. Estoy seguro de que es gente que ha trabajado y luego a vuelto a estudiar pero, tal vez, lo hayan compatibilizado. No les conozco personalmente.

 

Los materiales que se encuentran online, en esta y en otras webs, ¿bastan para aprobar? En otras palabras, ¿contienen la información necesaria?

 

Desde luego los de la mía no son suficientes. Yo no tengo temas. Hay páginas que sí tienen temas y hay páginas que sirven para dictamen. La mía, con mayor o mejor calidad de los materiales, diría que es la única que se ocupa de este tema en sentido estricto junto con la de Eduardo Llagaria aunque pido perdón si me estoy olvidando de alguien.

En mi opinión, hay que hacerse con un temario (no soy de la opinión de hacerlo, sino de conseguirlo y trabajarlo para mejorarlo) y luego hay que hacer muchos dictámenes (mini casos, casitos, casos, dictamen de seis horas …). Tanto temas como dictámenes giran en torno a las academias y preparadores en solitario.

En el caso de mi blog, el proyecto solo pretende (al margen de proporcionar los materiales) desbrozar las mentes jurídicas aplicando mi teoría del “ah, coño ahora lo entiendo” para quedar en las manos de los verdaderos preparadores con los que se pasará a mayores complicaciones (aunque cada vez me voy creyendo un poco mas mi papel de preparador).

 

Si antes de leer un tema de la oposición a notarías, me memorizo íntegro como el Padrenuestro, el Código Civil, los artículos de la Ley Hipotecaria y otros textos legales que usted considera necesarios, ¿no tendré hecha una buena parte de la preparación de la oposición?

 

Sí.

 

¿Después no sería más sencillo memorizar los temas, pues sería memorizar la doctrina y la jurisprudencia que surge de analizar las leyes, las cuales, ya me sabría de memoria?

 

Sí.

 

Conozco casos de personas que han aprobado oposiciones A1 sin preparador (Judicaturas e Inspección de Hacienda) mientras otros con preparador las suspendían

 

De todo hay en la viña del Señor. Yo no recomendaría preparar sin preparador, aunque también recomiendo huir de los preparadores no suficientemente implicados y cambiar de preparador cuando no nos convence el que tenemos que, en ocasiones, puede ser hasta nocivo para nuestros intereses e intenciones.

 

“Si te sabes de memoria literal las doce caras de cada tema llegas a los prácticos; si además las entiendes, serás Registrador”

 

Bueno, lo de “entender” tiene distintas fases y profundidades, así que no para mí no basta con entenderlo sin mas. En nuestros dictámenes se profundiza mucho mas allá del rudimento que representa aplicar correctamente las normas de cada institución. Lo primero es, por supuesto, aplicar el rudimento utilizando con soltura la terminología apropiadamente pero desde ese primer nivel que requiere el dominio de la teoría, hasta llegar a ser capaz de resolver un supuesto de hecho de un par de folios por las dos caras, detectando los problemas que están ocultos, intentando plantear dos alternativas y argumentándolas con fundamento y decentándote por la mas correcta, hay mucho mas que un simple “entendimiento”.

Tal vez lo de memorizar y entender se ajuste mas al dictamen de registros que al de notarías que es mas abierto y es mucho mas propicio a la discusión y la argumentación.

Por otra parte, hay muchos temas mas extensos, y, en los últimos tiempos, yo diría que cada vez son mas temas los que los superan esas doce caras.

 

La oposición es un 45% buenos temas, otro 45% la capacidad y esfuerzo de cada uno y un 10% el preparador y la suerte

 

No sé qué porcentajes establecería yo, pero a mi un tema negro casi que me deja fuera de combate, mi capacidad y esfuerzo representaron mas de la mitad de mi aprobado (sin olvidar la tremenda fuerza de voluntad que tuve que emplear para estar hoy aquí escribiéndole).

No hubiera aprobado sin el preparador que tuve que aunque no consiguió “hacerme entender” tuvo mas paciencia que Job y el Conde de Montecristo juntos. Cualquier otro me hubiera mandado a freír puñetas en 1995 y, entonces, nadie hubiera querido continuar preparándome.

Y la suerte, ¡ay, la suerte! Debo ser el único Notario que reconoce en público, en privado, de palabra y por escrito, que tuvo suerte. Lo tengo contando en un post del blog y en un capítulo de mi libro. Por supuesto, fue una suerte relativa que me sirvió para no dejarme la oposición y con la que conseguí condenarme a cuatro años mas de estudio, pero no puedo negar (y no lo haré nunca) que, al fin y al cabo, la suerte influyó en mis resultados.

Así que, amigo Identitatis, la oposición es todo eso: son buenos temas, es capacidad, es esfuerzo, es fuerza de voluntad, son buenos preparadores, es suerte y son buenas capacidades personales. El éxito de toda esta historia, puesto que evidentemente es innegable que unos servimos mas para unas cosas que para otras, es fruto de todo ello. Por supuesto, la salud y la tranquilidad económica (y hasta el plan B por si la cosa no nos sale), también tienen su porcentaje en el buen fin de todo esto.

Recientemente se ha puesto en marcha una gran iniciativa para el plan B. Es esta. En el caso de Identitatis, su plan B es su experiencia laborar y su condición de Abogado.

 

Mi idea sería meterme toda la información que pueda en la cabeza  y cuando la haya digerido, entonces buscar un preparador

 

Como mecanismo para presentarse en un nivel avanzado y contar con independencia a todos los efectos, no me parece mal, pero supongo que no a todo el mundo le funciona.

Yo no estudiaba mas o menos por tener que ir a rendir a un preparador, lo hacía mas o menos, peor o mejor, porque lo que estaba en juego era mi propio pellejo. Con mas edad, pareja, hijos, perro, gato, hipoteca o alquiler y demás obligaciones de la vida independiente y familiar, la cosa pinta completamente diferente y hasta le podría funcionar.

 

Veía la memorización de los textos legales como una idiotez, pero me he dado cuenta de lo útil que es tener las cosas en la cabeza

 

Le voy a remitir a lo escrito por la Catedrática de Derecho Civil de la Universidad Complutense que ha formado parte de uno de los tribunales de las últimas oposiciones. Tenía que ser una voz ajena a la profesión la que pusiera los puntos sobre las íes de una manera tan excelente que acallará a muchos que no volverán a opinar sobre lo nuestro desde el prejuicio y el desconocimiento.

Debe ser por eso (lo de la memorización) por lo que en la inmensa mayoría de las ocasiones en el combate jurídico desenfundamos mucho mas rápido que cualquiera de nuestros adversarios.

Yo de ti, Identitatis, no me quedaba con el gusanillo de intentarlo.

 

Una opinión a propósito de esta entrada

 

Poco después de la publicación alguien me dice: “Nunca he sido opositora pero una oposición tan dura como las de Notarías, Registros, y Abogacía del Estado (entre otras) no son compatibles con trabajar en mi opinión. Entonces creo que mucha gente no se las prepara porque no pueden estar unos años sin trabajar. Todavía creo que estas oposiciones se suelen dirigir, salvo ciertos casos, a una parte elitista de la sociedad, a quienes sus familias les pueden pagar todos los años , durante x años de estudio de oposición, todos los gastos. No siempre será así claro, pero en la mayoría de casos sí. Por eso creo que son oposiciones bastante elitistas. Un abrazo”.

En cuanto a no ser compatibles, estoy de acuerdo en que no lo son para la inmensa mayoría de la gente. Para unos pocos monstruos, sí que es posible. Tal vez Identitatis sea uno de ellos.

En cuanto a lo de oposiciones elitistas entendido como una oposición reservada a una minoría selecta (sí, he mirado el diccionario de la RAE y no cabe otra forma de entender lo de elitista), comenzaré recordando la historia de mi padre (también contada en mi libro). La conté cuando alguien calificó a nuestras oposiciones de injustas y aberrantes y puede leerse aquí (o en el libro). La historia de mi padre era y sigue siendo la de muchos; no es una excepción, no es un “cierto caso”, es la historia de un montón de gente, la suficiente como para desterrar esa concepción del elitismo (mayoritario), salvo desde el punto de vista del propio estudiante que sí ha de ser de élite para soportar lo que se le viene encima cuando afronta el reto. Una posición económica acomodada o desahogada facilita las cosas pero esa posición la tenía y la sigue teniendo mucha gente que oposita durante años y aprueba las oposiciones sin formar parte de ninguna élite salvo de la élite estudiantil. No comparto que mucha gente no las prepare porque no puede estar años sin trabajar, no comparto que salvo ciertos casos se dirijan a un parte elitista de la sociedad, ni, por tanto, que esto sea así en la mayoría de casos. He hablado con muchos opositores a lo largo de siete años de blog y creo que no ha habido ni uno solo que me haya dicho que le gustaría pero que su familia no puede sostenerle o que se lo deja porque necesita trabajar. Repito, ni un solo caso, y mira que me han contado cosas y he visto casos en estos años por lo que alguno perfectamente me lo podía haber contado. Como prueba de tantas historias tengo mis OpoFlashes (que antes he enlazado). Siempre he dicho que la posición económica desahogada es un punto a favor para opositar (salud física y psíquica, posición económica y plan B) pero de ahí a hablar de élites y de excepciones aisladas, dista un buen trecho. Creo que hay que tratar la cuestión con una buena dosis de equilibrio para no caer en el tópico.

Por último, estas oposiciones, como cualquier oposición, no están dirigidas a nadie salvo a Licenciados, Graduados o Doctores en Derecho, mayores de 18 años y ciudadanos de la UE. No hay mas dirección o directriz que las que cito.

 

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario




 

2 comentarios

  1. Francisco Rodriguez Boix

    El artículo, en el último número de la revista Notario del Siglo XXI, de la catedrática de Derecho Civil , Cristina de Amunategui es excelente. Destacaria en el mismo , por un lado,el canto que se hace al mérito,la abnegación y el sacrificio, valores tan en decadencia en la sociedad actual,y que ha visto perfectamente reflejados en los opositores a notarias; y por otro, la limpieza y objetividad del procedimiento de selección, tan alejado del de las cátedras universitarias y de otras muchas oposiciones.
    En mis oposiciones, formó parte del tribunal Manuel García Amigo, catedrático de Derecho Civil.Una vez finalizada la oposición,el Presidente del tribunal,el inolvidable Antonio Ipiens, nos comentó a un grupo que el catedrático de Civil se había ido encantado de la experiencia, sobre todo por la limpieza,objetividad y preparación de los presentados; y que estaría encantado de volver a formar parte de otro tribunal tan pronto como se lo solicitará.
    Algo tendrá el agua cuando la bendicen.

    • Hola Paco.
      Lo he leído y es magnífico. Reparador. Deberíamos estar mas seguros de la seriedad y rigor de nuestras oposiciones pero al final tantos ataques te debilitan, así que venga un testimonio de primera mano con el de Cristina y el cuentas de García Amigo, sienta la mar de bien.
      Un abrazo, Justito El Notario.

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