Eduardo llagaria vidal

Eduardo Llagaria Vidal, in memoriam

 

 

Había cumplido 80 años en Enero. Como ya saben mis lectores que me gustan este tipo de datos, les diré que Eduardo Llagaria Vidal aprobó las oposiciones a notarías con 29 años, 3 meses y 27 días (según los Anuarios). Jubilado a los 70, desempeñó nuestra profesión durante 40 años, los mismos que fue preparador de temas y dictamen para varias generaciones de Notarios.

 

Transcurridos veinte años desde mi aprobado, en el que Eduardo resultó fundamental, el 8 de Abril del año pasado con motivo de publicar en mi “estado” de Whatsapp el enlace al post de la “fresera de Huelva”, me dijo: “Un diez. ¡No se puede explicar más claro y con menos palabras!”.

Imaginen lo que representa que el maestro le diga al pequeño saltamontes (y este saltamontes tuvo unos comienzos muy torpes) algo de ese estilo.

Acto seguido me dijo: “Soy Eduardo Llagaria y sigo vivo y te leo siempre…”.

Sin caber en mí de gozo, le respondí que “estos casos “tontos” dan mucho juego y ayudan muchísimo a los opositores. Trabajo a distancia (mails y Whatsapp) con un grupo de siete. Me alegra mucho que te haya gustado y de que me leas. Me ha dado un subidón (y no te daba por muerto 😁). Un abrazo”.

Eduardo me dijo “estoy sin ganas de escribir. Pero tengo un alumno de orales y otro de dictamenes que suspendió el año pasado. Me admira tu capacidad de trabajo. ¡Espero seguir poniendo cosas en eotransits cuando haya que preparar el dictamen de verdad! ¡Otro abrazo!”.

Estaba cumpliendo su palabra. Mis opositores me dijeron que este mismo lunes había publicado algo nuevo. Eduardo ha muerto con las botas puestas, ha muerto sobre el escenario, ha muerto preparando el dictamen a todos los opositores y sus materiales seguirán en su web (todos esperamos que se mantenga abierta) a disposición de las nuevas promociones y de los que estamos activos y le vamos a seguir necesitando para resolver nuestras incontables dudas.

 

En estos días muchos estamos diciendo que “sin Eduardo, yo no hubiera aprobado”. Ya ven en la foto de portada de este post de hoy lo que dije en la dedicatoria de mi “Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)”, que yo tampoco lo hubiera conseguido sin él, aunque en mi caso con la paroxetina de por medio y tras un porrón de años en los que quien tuvo que aguantarme fue Miguel Ángel Cuevas de Aldasoro.

En los meses siguientes a nuestro reencuentro recurrí a él en varias ocasiones para resolver dudas propias y planteadas por otros compañeros que me las rebotaban sabiendo que tenía contacto con el maestro.

El 22 de Agosto de 2023 le dije hablando de una donación con reserva de la facultad de disponer que me iba costando encontrar supuestos y me mando varios casos. Eduardo me contestó: “Yo tengo barbaridades de casos. Pero están a máquina. Y lógicamente son viejos. Te sigo leyendo todo lo que escribes. Yo estoy muy vago y hace tiempo que no me pongo al ordenador”.

Nuestra última comunicación fue en Noviembre, le consulté sobre una STS de 1955 sobre la que me había preguntado Javier Oñate

 

Unos cuanto meses antes (en Junio de 2022) había recibido un sencillo pero valiosísimo homenaje. No sé si algún otro Notario tendrá esa alta distinción: Un tal Eduardo Ll. fue el protagonista del supuesto de hecho objeto de dictamen por los opositores en la convocatoria de 2021-2022.

 

Eduardo tuvo muchas noches tristes pero la del pasado miércoles 10 de Abril de 2024, ha sido la noche mas triste para todos los que fuimos (y seguiremos siendo) sus discípulos.

 

Descansa en paz y da por hecho que siempre seguirás vivo para todos nosotros.

 

 

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario




 

6 comentarios

  1. Muy bonito post.
    Todos recordaremos a Eduardo, y su infinita sabiduría que nos ha transmitido.
    Por desgracia, yo soy ese alumno de orales al que se refiere en el mensaje que te mandó.
    Me siento como un niño que ha perdido a su padre.
    Eduardo era un apasionado del derecho, que me escuchaba cantar aunque no le gustaran nada los orales. Siempre me decía que lo que de verdad le gustaba era enseñar derecho, especialmente a través de los dictámenes y los cursillos que daba en el colegio notarial.
    Solo me queda darle las gracias por estos tres años que me ha ayudado y apoyado, y por todo lo que me ha aportado.
    Espero que descanses en paz Eduardo.

  2. Justito, podría decir muchas cosas, pero creo que no hace falta. Solo decirte gracias. Eres muy grande. Lo eres por tu sencilllez. Lo eres por tu humildad. Nada mas. Gracias. Mil
    gracias amigo.

  3. Buenas noches Justito.
    Dudo que haya una dedicatoria más sentida y emotiva que ésta. Lo siento, de verdad.
    Un fuerte abrazo.

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