opositor despedida

Un opositor “como debe ser”

Nos explicaba mi compañero Marcos Serrano (aprobado hace un par de convocatorias) unos meses atrás, por qué estaba publicando poco en su blog.

Nos hablaba de que el cambio de programa le dificultaba la labor de actualización de los temas, de que encontraba pocas normas nuevas de interés a pesar de sus búsquedas en el BOE (entre tú y yo, qué buen papel harías en el Grupo de Legislación del Sic) y de que no sabía dónde ubicar ciertas Resoluciones y Sentencias de interés para los temas. Además, decía, textualmente que:

“No subo mis batallitas porque ya han aparecido suficientes blogs en los que se habla de la oposición desde una perspectiva personal”.

Entre los blogs notariales que tenía localizados situaba al mío, con 37 posts sobre oposiciones, que son 47 a día de hoy, y al de otros compañeros opositores, triunfantes o no, que como Marcos y yo, contaban sus vivencias. A su listado, yo añadiría sin duda el blog de Francisco Mariño, mi predecesor en Mondoñedo, que bajo el pseudónimo de Iurisprudente, realiza un trabajo extraordinario en el análisis de materias que siempre son de interés para los opositores a notarías o registros.

Decía además que no creía “que un opositor comme il faut deba dedicarse a leer todo esto, ni la mitad, ni la quinta parte. En cualquier caso, yo ya conté lo mío”, que tenía menos tiempo, más hijos y que ya le costaba robarse horas de sueño. Según iba escribiendo detectaba en él un “aire de fin de etapa”. Marcos no se cortaba la coleta, pero nos anunciaba un nuevo devenir, lo que también se observa (a mi modo de ver) en los blogs de otros compañeros que van evolucionando hacia otras actividades en aquello que podríamos considerar “lo corporativo” o “cuasi-corporativo”, en lo que es paralelo a la función que ejercemos como Notarios en nuestros despachos. Vamos, que de todo uno se acaba cansando y lo deja entrever a sus lectores en algún momento.

Desde aquel día, Marcos solo ha publicado una breve reseña y un comentario a una Sentencia de la Audiencia Provincial de Oviedo (casi mejor, estoy pensando, que lo fichamos para el Grupo de Jurisprudencia….). En total ha sumado 190 entradas en su blog, con el que empezó, en un ejercicio de generosidad, antes de tomar posesión de su primera notaría y al poco de aprobar las oposiciones a notarías. Eso dice mucho de Marcos, que comenzó a opositar con 29 años, lo que constituye, sin duda, otro mérito en su haber.

Lo cierto es que yo, en cambio, me encuentro en pleno apogeo. No sé cuánto me durará, cuándo me cansaré, cuándo se me acabaran las batallitas de la oposición o se me agotarán las ideas que me surgen gracias a consultas, comentarios, dudas y hechos que llegan o me suceden día a día, pero lo cierto es que llevo (hoy que escribo esto he llegado) 400 posts en dos años y no veo que me vaya a cansar a corto plazo. Tengo, de hecho, ahora mismo 140 borradores abiertos y no tengo “negro”, aunque alguno me lo haya preguntado en tono afable.

Dicho todo esto, quería desarrollar alguna de las ideas que nos deja Marcos en su post (y, tal vez, rebatirle, amistosamente, otras).

opositor justito

Con el paso del tiempo, la oposición queda atrás

Muchos preparan, muchos no lo hacemos. Muchos siguen muchos años, hasta jubilados como el gran Isidoro Lora Tamayo (que fue preparador mío), otros no tantos años y otros cumplen una temporada con su deber moral con la Academia que les preparó y lo dejan. No sé si Marcos es preparador en sentido clásico, pero con su blog ha desempeñado claramente ese papel, porque el preparador no solo toma temas, también pule la forma, descarta y mejora temas, y en esas funciones, Marcos con sus 190 posts estoy seguro de que ha ayudado (desinteresadamente) a mucha gente, por eso no me gustaría que se fuera, porque aunque hay muchos blogs sobre oposiciones, los que tratamos las oposiciones a notarías somos muy pocos. Perdón si olvido a alguno, pero me vienen a la mente además del propio Marcos, Francisco Mariño, Eduardo Llagaria (que es titular de este Foro), Rafael Ferrer y yo (desde mi perspectiva diferente que cuida un aspecto normalmente olvidado como es el psicológico).

Veo normal que Marcos comience a pasar página. Recuerdo que a los pocos días de mi aprobado, me encontraba afectado por el suspenso de un compañero del grupo de dictámenes y que alguien me dijo que olvidara ya aquello, que ya había pasado. Respondí enfadado que tardaría años en olvidar la experiencia vivida y que además no quería olvidarla, incluso llegué a decir que tardaría en olvidarla tanto tiempo como había tardado en aprobar. Cuando el plazo se cumplió, casi once años después, las oposiciones estaban casi olvidadas pero las redes sociales y luego el blog, con su buena aceptación en el mundo de los opositores, han hecho que vuelva a pensar (sin obsesiones) todos los días en ella. El agradecimiento y la confianza de los opositores, me han convencido de que tenía cosas que transmitir, aunque también me vayan quedando cada vez menos cosas que contar. Se me acaban las batallitas y los consejos. Algunos me dicen incluso que qué ganas tengo de complicarme la vida, con la responsabilidad que conlleva aconsejar en una materia tan complicada como la de las oposiciones.

Con el paso del tiempo, con la práctica del día a día, uno se aleja de la oposición, la cabeza se sitúa en otras preocupaciones y clasifica las materias y temas en que se interesa de otro modo completamente diferente. Diría que la práctica se impone, aunque no convenga alejarse demasiado de la teoría. Lo que como opositor te podía parecer fundamental para un tema, puede que no lo veas en años de despacho, así que con saber que ciertas cosas existen, que han cambiado y con tener un buen sistema clasificatorio que ayude a la memoria y localización de cada cosa, creo que es suficiente. Tal vez por ese cambio de chip jurídico, Marcos encuentra menos relación entre los temas y las normas, sentencias y resoluciones con las que se encuentra. Llegará a olvidar casi todo el articulado que memorizó, llegarán a bailarle los números de los temas y abrirá cada vez menos sus viejas carpetas y archivadores, para consultar aquello que se decía en el tema tal o el tema cual.

opositor se lo deja

Opositor “comme il faut”

Si algo me llevó especialmente a escribir este post, al margen de reconocer su labor a Marcos y animarle a que no se lo deje del todo, fue esa frase. Percibí que quería decir, pero como yo soy de inglés, tuve que confirmarlo, traduciéndola.

“Un opositor como debe ser”. ¿Yo fui un opositor como debe ser?

¿Un opositor como debe ser no debe leer ni la quinta parte de lo que escribimos los que tenemos blog de esta línea?, dijo Marcos.

Yo creo que fui un opositor como debe ser, al menos durante cuatro años (los cuatro primeros años), luego fue todo un desastre, una carrera de obstáculos, en la que las caídas y levantadas fueron continuas. No me distraía con facilidad ni tenía demasiadas distracciones, aunque cada fin de semana, con el parón del sábado tarde y el domingo, era para mi un suplicio cuando llegaba el lunes. Donde estudiaba solo tenía una radio. No tenía, ni tele, ni móvil, ni Internet. Cuando llegaba a casa desde mi opozulo, comía, dormía la siesta, volvía a estudiar, volvía a casa, cenaba, veía la televisión y atendía alguno de mis tradicionales hobbys (cine, recortes de cine, críticas de películas, fotografía, viajes…), leía (al principio bastante y luego nada), dormía y me volvía a levantar. Después las cosas se torcieron y dejé de ser como tenía que ser. Los siete años siguientes, anduve a trompicones.

Para mí, ese opositor “comme il faut” de Marcos es un opositor al que todo le va bien, por eso es como debe ser, un opositor que necesita pocos ánimos exteriores, que se basta con su preparador y consigo mismo y que no necesita recurrir a las batallitas de los demás para hacer más llevadera su propia oposición. Curiosamente a mi no suelen escribirme los opositores con vida de rosa de opositor, no me escriben los opositers, me escriben los que tienen problemas como los tuve yo (“es que tú tuviste problemas” me dijo mi sobrina Macarena de doce años este verano cuando su madre, que es mi hermana, y yo hablábamos de la duración de nuestras oposiciones respectivas). Por supuesto, que no siempre un opositor tiene grandes problemas y los que no los tienen, también me preguntan algunas cosas, pero prevalecen los primeros sobre los segundos en esta particular vida mía de preparador de oposiciones on-line en la que hay más opositores como no deben ser, que como deben ser, aunque tal vez ese opositor “como debe ser”, en el fondo, es una rara avis.

En cualquier caso, lo mío sí que ha sido raro, he vuelto con los años a la oposición y quiero pensar que ayudo a algunos opositores con mis consejos e historietas, porque no somos todos iguales, porque no todos somos opositores como debe ser y muchos necesitamos, y hubiéramos necesitado, de los que nos cuentan su experiencia y su devenir por la época de su oposición para aprender con sus vivencias y evitar caer en sus errores.

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Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario




 

6 comentarios

  1. El blog de Francisco Mariño Pardo no se puede abrir, que pena con todos los temas que tenía colgados. Gracias Justito por seguir escribiendo, sigo con asiduidad su blog. Gracias y un abrazo

  2. Francisco Mariño Pardo

    Hola “Justito”. Enhorabuena por el post (y gracias por la mención, terminarás por lanzarme al estrellato). Sobre el tema que tratas, dentro de que cada opositor es un mundo, en lo que sí me parece que todos convendremos es que la oposición es una época psicológicamente no sencilla, y eso en el mejor de los escenarios, lo que no siempre se da, como bien explicas. Aunque entiendo que, efectivamente, en la oposición existen fases, particularmente las más próximas a los orales, en la que la mejor estrategia es reducir al máximo todo lo externo al propio tema, y eso tal como lo tengas, salvo adaptaciones imprescindibles, mi impresión, por si te puede servir de algo, es que con tu blog, y eso es lo mismo que decir que con tu esfuerzo, porque tener un blog supone un real esfuerzo, por mucho que le pueda gratificar o entretener a uno, efectivamente ayudas, no sé si a todos, porque ya digo que cada persona es un mundo, pero sí a la gran mayoría de opositores, porque, además de que observar las experiencias ajenas, por subjetivas que necesariamente sean, suele ser de interés, les cuentas una historia, la tuya, que, sin ser un camino de rosas, terminó bien, y ese es seguro un mensaje positivo, y creo que en los tiempos que corren para nuestra profesión dar aliento al opositor (y al posible futuro opositor), mostrando que la oposición es asunto fundamentalmente de decisión, constancia y superación de adversidades, y no tarea de superhombres (o de supermujeres, que ya son mayoría), es del mayor interés. Un abrazo,

    • Querido Iurisprudente: Muchas gracias. Yo también lo creo y tengo prueba de ello, porque cada día son más los opositores que me hacen consultas y eso es evidentemente porque algo les debo transmitir. Me suelen decir que agradecen que alguien cuente sus penurias y no solo hable de su éxito y a mi me reconforta y anima a seguir. Un abrazo. Justito El Notario.

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