promocion notarios 2020

Entrevista a Alejandro Sáez Ripoll, de “mercadólogo” y empresario a Notario

“Oye, tengo entendido que tu historia personal hasta que acabas siendo Notario no es una historia al uso. ¿Te animas a que te haga una entrevista para el blog?”. Fue lo que le dije hace unas semanas a Alejandro Sáez Ripoll, “Ale”, cuando me contó un par de detalles de su periplo personal hasta que ha conseguido llegar a ser Notario en la última convocatoria celebrada en el Colegio Notarial de Andalucía, a caballo entre Sevilla y Granada. Ale me dijo que sí y nos pusimos manos a la obra.

Gracias por aceptar esta entrevista que es la segunda que hago a uno de los integrantes de la promoción notarial 2020 (y le tengo echado el anzuelo a un tercero). La primera fue al más joven compañero de la promoción, Juan Varela Hidalgo y ha sido un auténtico bombazo que ha tenido casi 5.000 visitas en muy poco tiempo. ¡A ver si con la de Ale superamos esa cifra¡

1.= Comencemos. Creo que antes de estudiar Derecho, estudiaste Marketing (no si es correcto decir “mercadólogo” pero “marketero” me sonaba aún peor) y tuviste una marca de ropa, ¿cómo fue empezar con aquello y dar un más que considerable giro a tu vida para ponerte a preparar las oposiciones?

Yo primero estudie Marketing porque era una facultad que no necesitaba selectividad y yo no la tenía. No era un estudiante brillante. Hasta pasé por cinco colegios. Tenía otras inquietudes, como el deporte y las de tipo empresarial. Cuando acabé el colegio me fui un año a vivir a Sidney y allí vi que las pandillas de amigos se hacían sus propias camisetas y las intercambiaban. Cuando volví de allí fundé con mi hermano y un amigo, la marca de ropa, Noworkmondayz. Todavía se pueden ver cosas en Internet sobre ella. El nombre proviene de un bar en Ibiza, al que en verano solíamos ir porque nos gustaba su música. El bar, que abría hasta los lunes, se llenaba y daba la sensación, pese a ser vacaciones, de que un lunes no trabajaba nadie y de ahí vino el nombre. Nos fue muy bien, pues llegamos a importar contenedores de China, alcanzando incluso las 20 o 30.000 prendas. Teníamos puntos de venta en toda España y en ciudades europeas como Berlin, Milán, París, etc.. Hacia 2009, con la crisis económica, empezó a desmotivarme la empresa porque las tiendas pese a vender nuestro producto no nos lo pagaban. Los últimos años de la empresa los pasé contactando con abogados para ver cómo podía cobrar lo que nos debían. Fue entonces cuando me empecé a interesar por el Derecho Civil y el Mercantil. Leí mucho para ver como se podrían cobrar todas esas deudas. Me gustó tanto que con 23 años me saqué la selectividad por mi cuenta y empecé a estudiar Derecho en la Facultad. Estaba cursando el quinto año de Marketing y empecé primero en la Facultad de Derecho. La verdad es que me motivé mucho y acabé la carrera en apenas tres años y medio cuando todavía era licenciatura de cinco años. Cuando algunos compañeros de promoción estaban estudiando el último curso de Derecho yo estaba estudiando geografía y comentario de texto para sacar la selectividad. En el año de Erasmus hice dos cursos en uno. Estuve en Gottingen en Alemania y aunque allí el Erasmus era algo más complicado que en otros países tuve cierta ventaja gracias a que fui de niño al Colegio Alemán. Una vez acabé la carrera pues empecé a estudiar la oposición sin apenas dejar margen de descanso pues con 27 años no le podía permitir sabiendo que podía ser un camino largo como finalmente lo ha sido. Tenía cierta presión por la edad pero eso me hizo no despistarme ni un segundo y maximizar el tiempo desde el inicio. Tardé seis años y con 33 he aprobado. Si no hubiera habido crisis económica y los clientes de las tiendas donde vendía me hubieran pagado, probablemente no hubiera estudiado Derecho y menos aún notarías. La verdad es que me la jugué mucho. Lo bueno es que me metí en la oposición habiendo visto otros sectores, y no solo el textil, ya que estuve de prácticas en la asesoría jurídica del Ayuntamiento de Valencia y algún verano, como mi abuelo tenía gasolineras, trabajando en una de ellas. Todos estos pequeños trabajos me ayudaron a saber que si opositar se hace duro, el mundo laboral también tiene sus complicaciones. No sé, todo este cúmulo de experiencias hizo que no me pensara mucho lo de opositar a notarías.

2.= Entonces empezaste a estudiar Derecho sin todavía pensar en ser Notario ¿en qué momento de esa historia que nos has contado y por qué decidiste preparar notarías?

Lo de la la oposición a notarias lo pensé ya una vez metido en la carrera de Derecho, porque vi que me estaba gustando estudiar. Por primera vez en mi vida, la materia me gustaba. Y desde que aprobé el primer año, pensé que podía ser una buena salida teniendo en cuenta que, por circunstancias, habían caído las ventas en mi empresa. El trabajo de Notario es perfecto, porque desarrollas un gran trabajo jurídico, tienes un gran reconocimiento, solucionas problemas, y sobre todo, es muy importante la labor comercial y el trato con el cliente, y esto último es la parte que yo más disfruto. Me gusta mucho conocer a gente, y no he dejado de hacerlo ni cuando estaba opositando.

3.= Mucha gente me pregunta si les aconsejo o no empezar a preparar nuestras oposiciones con la edad con la empezaste tú o incluso con algunos, o muchos más, años, ¿qué les dirías?

Es una pregunta difícil. Obviamente ahora en mi estado de felicidad, les diría que lo hicieran. Yo he tenido muchos defectos siempre, de hecho no me he considerado buen opositor, pero siempre he tenido mucha confianza en mi mismo y siempre me lo decía “voy a ser Notario” pero luego añadía “pero no sé cuando”. Lo que quiero decir con esto es que empezar más tarde de lo normal no siempre es fácil. En mi entorno, mis amigos ya tenían buenos puestos en grandes despachos, son empresarios de éxito, casados, con familia y yo era una persona que vivía en una habitación. Por eso hay que estar muy seguro de intentarlo a cierta edad. A mi al final la jugada me ha salido bien, pero podría haber sido al revés. También creo que hay que pensar siempre en un plan B, aunque te reconozco, que yo no lo tenía muy diseñado.

4.= El número de firmantes de las oposiciones a notarías ha disminuido muchísimo en un par de décadas, ¿cuáles crees que son las causas? ¿cómo animarías a los jóvenes graduados en Derecho a inclinarse por nuestra profesión? 

Sinceramente, no tengo ni idea. De hecho aposté a que iba a ser lo contrario, porque con la crisis económica, podría ser una salida a aquellos que no encuentran un buen trabajo. Puede que a la hora de empezar oposiciones se busquen otras que, con todo del respeto, sean algo mas asequibles. Las oposiciones a notarias, son probablemente junto a registros, las mas duras de España, lo que puede hacer que algunos a la hora de tomar la decisión, les entre un poco de vértigo. Ahora hay muchos más planes que hacer, hay vuelos baratos para visitar mundo, y quizá muchos no quieren perderse seis años de su vida en una etapa en la que se suelen hacer viajes con amigos, tener veranos inolvidables, etc..

5.= Pues ya sabes que yo me perdí casi once por el camino, pero aquí estamos los dos … Más cosas: ¿tienes antecedentes en el Notariado? ¿Crees que, de algún modo, es necesaria la vocación? 

No, provengo de familia de médicos y empresarios. Tengo un primo Notario con el que tengo mucha relación y que, la verdad, me ha ayudado bastante desde el primer día. Pero no tengo ni padres ni abuelos notarios. Además en Valencia hay mucha costumbre de oposición y por eso tuve la gran suerte de que cuando yo empecé, ya tenía amigos Notarios y les llamaba todas las semanas. Creo que el hecho de tener padres Notarios es peor, porque quizá tienes una presión añadida. Yo cuando le contaba a mis padres que tenia que cantar los temas así de rápido con un cronómetro, se pensaban que estaba loco. Quizá si que hubiera echado de menos un padre Notario en el dictamen, porque le hubiera freído a preguntas, aunque tampoco me puedo quejar porque con mis preparadores ya que hemos tenido conexión directa y en cualquier momento han estado disponibles para ayudarnos.

6.= ¿Cómo animarías a los que suspenden en una o varias convocatorias y, teniendo aptitudes, se plantean no continuar? ¿Pensaste en dejarlo en algún momento tras haber suspendido en otras convocatorias?

Jamás pensé en dejarlo, nunca. Yo ya había aprobado el primero y mis preparadores, Manuel, Pedro y Almudena me dijeron que si el haber aprobado ya uno, significa que puedes con todos. No te voy a engañar, cuando suspendí en Madrid, estuve un par de meses que no me apetecía ni ir a correr.  Pero por eso me presenté a registros, porque me negaba a estar un año desmotivado. Me presente, aprobé el primero y suspendí el segundo, pero ahí en ese momento ya no me daba tiempo a llorar porque en meses tenía la convocatoria de notarías que finalmente he aprobado.

7.= ¿Qué preferencias tienes para concursar?

Quiero ser Notario en una ciudad. Si tuviera 25 años, sin pensármelo iría primero a una población más pequeña. Pero en mis circunstancias, prefiero ir ya a un sitio donde vaya a quedarme años. Me gustaría ser Notario en Valencia, pero sabemos que ahora no va a poder ser, por eso mis preferencias van a ser otras plazas grandes donde haya que trabajar mucho la parte jurídica y sobre todo la comercial y teniendo muy claro que los primeros dos o tres años van a ser muy duros en todos los aspectos y, claro está, que si me llegan ese tipo de plazas, voy a estar allí muchos años. No obstante soy consciente de que mis preferencias son complicadas, así que me venga lo que me venga voy a disfrutarlo y a ser feliz. En cuanto me digan donde voy, me voy a volcar con esa población, y lo repito, seré feliz y los que me conocen los saben. Hasta cuando opositaba era feliz. Si eres feliz y estás motivado, cualquier cosa te saldrá bien.

8.= La verdad es que a mi me cuesta trabajo digerir eso de la felicidad en la oposición, porque yo estuve muy, pero que muy amargado. Habrá que tomar nota de tu consejo. Por otra parte, ¿tienes pensado preparar? ¿te atreverás también con el dictamen?

Ya lo estoy haciendo. Tengo cinco alumnos. Siempre dije que me gustaría hacerlo. Además mis alumnos saben que lo doy todo. Les pido los temas el día de antes, me los miro y al día siguiente, después del cante, hablamos sobre la materia y aporto lo que puedo. Con el dictamen no me atrevo, eso se lo dejamos a los que saben mucho.

9.= ¿Qué sistema de estudio, entre los cuatro o cinco habituales, utilizabas y utilizarás para tus opositores? 

Como he dicho antes, yo no era buen opositor, porque estudiaba mucho, muchas horas, pero lo hacía sin control. Aprobé el primero en apenas un año y diez meses, pero eso me hizo que tuviera que correr mucho y adquirí vicios con el sistema de acumulado. Ahí es donde tengo que agradecer a mis preparadores que supieran hacer que empezase de CERO y que volviera a coger los temas con calidad. Por eso siempre a mis alumnos que están empezando les doy consejos que luego les digo que yo no seguí. Sigan el método que sigan, siempre calidad y las primeras vueltas lentas. Yo no hice nada de eso.

10.= Estoy de acuerdo con ese consejo. ¿Qué otro papel crees que podéis desempeñar los jóvenes recién aprobados a nivel corporativo? 

Como cada promoción que sale nueva, siempre se plantean cosas en que se puede mejorar.  Siempre he pensado que como mejor podemos ayudarnos a nivel corporativo es siendo un equipo, remando todos hacia el mismo lado y estando fuertes de cara al futuro. Ya se están haciendo cosas como la adaptación a las nuevas tecnologías. Con el tema del covid 19, creo que el Notariado ha demostrado que sabe estar presente en los momentos difíciles. Yo he estado haciendo prácticas en una notaría, y te das cuenta de la importancia del cuerpo notarial y sobre todo de la gran respuesta de los Notarios en esta situación. Creo que esto nos ha reforzado.

11.= ¿Qué te parece la presencia en redes sociales y en blogs de muchos Notarios? 

Me parece necesaria. Somos personas que nos que nos gusta el Derecho y muchas veces que se busque en Google algo sobre Derecho y que aparezca una pagina donde sale un Notario hablando sobre ese tema, da bastante garantía. Además escribir y publicar nos va a ayudar a estar actualizados. Yo en confinamiento he hecho un par de publicaciones y al final leyendo cosas te informas y te actualizas sobre los temas. Esto en cuanto a los perfiles profesionales, en cuanto a los personales, opino que cada uno publique lo que quiera, siempre y cuando respete a los demás y al cuerpo. Somos una autoridad, pero también personas y por eso somos libres de hacer con nuestras redes sociales lo que queramos, pero repito, siempre respetando a los demás y, sobre todo, a nuestra profesión.

12.= ¿Has leído las propuestas del Consejo General del Notariado relativas a la situación generada por la pandemia del Covid-19 en las que se plantea la intervención notarial mediante videoconferencia para una serie de casos y la extensión de nuestra función preventiva a cuestiones como la separación y divorcio de común acuerdo cuando hay hijos menores, la concesión de autorizaciones para la enajenación de bienes de menores o incapaces o la colaboración con los Registros Civiles (por poner solo algunos ejemplos de entre todas las cuestiones que se plantean)? ¿Qué te parece la disponibilidad mostrada por el Notariado y su propuesta?

Aquí no me atrevo a opinar muy a fondo porque, de momento, desconozco el tema. Pero si que pienso que por un lado hay que actualizarse, por ser coherente con lo que he dicho antes, y por otro lado, hay que ir con cuidado porque, como sabemos, nuestro trabajo requiere ver al cliente, examinarle, tener un tacto cercano, etc, y por eso veo muy peligroso extender esa sistemática a nuestra actuación en general.  Creo que si mis compañeros estan yendo todos los días al despacho, es precisamente porque nuestra función lo requiere.

13.= Puesto que provienes del mundo del marketing y de la empresa ¿crees que un Notario tiene que ser comercial? ¿tiene el marketing encaje en la figura del Notario como funcionario público y de la notaría como oficina pública en un marco normativo  tan estricto como el que tenemos que limita enormemente la publicidad aunque nos rijamos por la libre competencia?

El marketing es importante para todo en la vida. Saber venderte es muy importante. Todo Notario tiene que ser un poco comercial y dentro de esa cualidad meto la empatía que no significa que solo por eso seas buen Notario. Creo que la parte más importante es la jurídica y, por tanto, saber solucionar con calidad y rapidez los problemas de la gente. La parte comercial supongo que se tendrá que desarrollar mas o menos dependiendo de la plaza que tengas. De todas formas, veo bien las limitaciones que se fijan para evitar que esto suponga una guerra comercial entre notarías de una misma demarcación. Al final nosotros somos juristas, funcionarios y asesores y no podemos confundir las notarías con una empresa como si de una fabrica de escrituras se tratase. Otra cosa es que luego trabajes bien y tengas una buena estructura y que haya Notarios que firmen más que otros. Pero por lo que he visto yo, incluso los que firman más que otros ponen el mismo cuidado a la hora de prestar un buen servicio, primero por la responsabilidad y, por otro lado, porque es de cajón, si me das un mal servicio, es difícil que alguien vuelva a tu notaría.

alejandro Sáez Ripoll notario

14.= Para terminar, todos hemos dicho alguna vez que cuando aprobáramos quemaríamos los temas, tengo entendido que tu estáis haciendo algo muy distinto con ellos. Cuéntanos que estás haciendo con ellos, cómo te surge la idea y desde cuándo tienes esta afición.

Yo estoy haciendo cuadros con el primer Código Civil que usé. Todo empezó porque Carlos, uno de mis hermanos que es artista, ademas de mucho éxito, pues ha llegado a exponer en el Moma de Nueva York y en grandes museos y que, lógicamente, es muy creativo, vio un día mi Código Civil todo coloreado, dibujado, fechado, etc, y me dijo que parecía un cuadro moderno. Entonces pensé que cuando aprobase, haría un collage con sus hojas, y ademas les daría una capa de pintura. El resultado no está mal. He hecho ya varios, para preparadores, amigos, familia, y por cierto, tengo el tuyo ya acabado y queda está pendiente enviártelo. Me estoy haciendo uno de tamaño muy grande para la recepción de la notaria, ya te pasare fotos del resultado.

Lo tendré en un lugar relevante de mi despacho, no lo dudes. Me parece una fantástica idea. Gracias Alejandro, ENHORABUENA por tu aprobado y por tu inusual trayectoria.

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario




 

11 comentarios

  1. Me ha encantado la entrevista y la historia de don Alejandro. También soy opositor, en mi caso a Auxilio Judicial y aunque ni de lejos he tenido las circunstancias del protagonista de esta historia con final feliz, me conforta pensar que la edad a la que uno empiece una oposición no tiene demasiada importancia y más si se termina consiguiendo el objetivo de aprobar, y aunque no se termine por conseguir, los beneficios que te da el estudio profundo, en este caso del derecho privado (o en mi caso del derecho procesal) son muy amplios. Un saludo a todos y a Justito el Notario.

    • Buenas tardes Carlos:
      Gracias por tu participación.
      Si me lees sabrás que opino que todas las oposiciones bien llevadas tienen muchas cosas en común, aunque el tiempo que suele requerirse para “encajar” lo que haya que estudiar es lo que resulta determinante, al fin y al cabo, de la dureza.
      Comparto la idea de que el estudio en profundidad nos da, apruebes o no, un gran beneficio .. aunque los detractores de las oposiciones no lo crean.
      Saludos, Justito El Notario.

  2. Enhorabuena a los aprobados y en concreto al joven Alejandro.
    Y digo joven porque para mí una persona de 27 años es muy joven para emprender casi cualquier empresa. De hecho he conocido personas que han aprobado judicaturas pasados los 50 años y creo que también hay algún notario así.
    El que haya menos opositores no sé si es un hecho que ocurre solo en notarías o en otras oposiciones del grupo A.
    Supongo que ira mermando el número. Los planes de estudio y los nuevos métodos de aprendizaje no ayudan en absoluto. Por no hablar del uso de las nuevas tecnologías. En no mucho tiempo muchos jóvenes no podrán mantener durante largo tiempo la atención y para opositar sobre todo a oposiciones de mucho temario, se requiere mantener muchas horas la atención, la concentración, además de muchas otras cualidades o habilidades como esfuerzo y memoria y de verdad creo que no se está formando a muchos jóvenes en ello, como si fueran cualidades menores, además de que muchos profesores y profesionales contraponen memoria y comprensión, como si no fuera importante comprender para aprender de memoria, cosa que no comparto en absoluto, y además muchos desprecian la memoria, alegando que para qué aprender de memoria si todo está en google, vaya barbaridad a mi juicio.
    En relación al caso concreto de notarías, pienso que igual hay opositores que se inclinan por otro tipo de oposiciones, algunos incluso alentados por familiares notarios, ya que en el fondo es una profesión cuyo ejercicio es duro, pues al ejercicio jurídico, ya de por si complicado por lo extenso de las materias y normas que abarca, se une el ejercicio empresarial. El notario es un autónomo al que le influye mucho el estado de la economía, como hemos visto con la crisis del 2008 y veremos a ver qué ocurre en esta pandemia. Hay que seguir pagando despacho, empleados etc etc y están sometidos a competencia. Y por ello quizá haya estudiantes que prefieran estudiar otro tipo de oposiciones y tener un sueldo fijo. No sé.
    En todo caso deseo mucha suerte a los aprobados y que disfruten del aprobado y del ejercicio de su profesión.
    Saludos
    Arancha.

    • Buenas tardes Arancha.
      Pues estoy de acuerdo en todo lo que dice.
      No obstante, empezar a los 27 es menos usual y por eso me pareció interesante la charla con Alejandro puesto que puede estimular a quienes estén en situación similar y no se animan.

      Gracias por la participación, saludos, Justito El Notario.

  3. Felipe Alonso Benito.

    En primer lugar quiero expresar mi felicitación a Don Alejandro Sáez Ripoll, por haber alcanzado ser Notario, concurriendo en él determinadas circunstancias nada comunes en la inmensa mayoría de otros candidatos, que le confieren una calado muy meritorio.
    Bienvenido al notariado
    A “Justito El Notario” y al nuevo Notario Don Alejandro, mi enhorabuena por la interesantísima entrevista de ambos, dada la singularidad de las preguntas y respuestas de la misma.

    Me permito hacer unas consideraciones a raíz del contenido de la pregunta-respuesta 13ª (decimotercera, ordinal, no treceava, fraccionaria, como indebidamente se dice por ahí).

    Tales consideraciones están relacionadas con lo que se expresa acerca del buen servicio del Notario, que se desarrolla en la Notaría, despacho u oficina notarial. Pues bien, es obvio tanto el Notario como el personal que trabaje en la Notaría, han de formar un equipo homogéneo.

    Para integrar la homogeneidad es evidente que el Notario tiene los elementos y conocimiento jurídicos suficientes pero tratándose de un Notario que recientemente ha aprobado la oposición, va a carecer lógicamente de experiencia y por tanto no domina la práctica notarial. Es en este caso cuando el personal que labora en el despacho notarial tenga una buena formación profesional y con su experiencia y práctica se preste ese buen servicio al público, por supuesto y en todo caso, que impere la amabilidad que en todo servicio público no debe faltar.
    Considero que en los últimos tiempos la formación jurídica de los empleados de Notarías ha decaído, pues desde el Notariado se han primado mas los conocimientos informáticos del personal, que indudablemente, son muy buenos, en detrimento de esa formación jurídica que ha de acompañar para el desarrollo de un magnifico trabajo de redacción de documentos notariales, toda vez no basta con cortar y pegar o copiar y pegar, y tirar siempre de formularios estandarizados, pues obviamente debe el “redactor” poner de su propia cosecha para lo cual ha de tener ciertos conocimientos jurídicos enfocados a la práctica notarial, para que el resultado sea un trabajo lo mas perfecto posible. Por otro lado quiero señalar que en el personal de notaria debe prevalecer la fidelidad, tanto al propio Notario como a la leal labor notarial.

    Desde algunas de las escasas asociaciones profesionales de empleados de Notarias se está procurando dar la formación adecuada para el personal en activo de Notarias.
    También debo destacar y agradecer la formidable labor que hace desde su blog “Justito El Notario”, así como el blog de Don Francisco Rosales, de los que se derivan conocimientos y enseñanzas que sin duda redundan en un buen servicio notarial.
    Por último me permito indicar al nuevo señor Notario, aunque sea una perogrullada, que procure informarse de cómo están de personal las Notarias a concursar. Hay muchas que últimamente habiendo tenido muy buen personal, durante el tiempo de interinidad, lamentablemente han sido desmanteladas por los Notarios que las han interinado, sobre todo en Cataluña.
    Cordialmente les saluda,
    Felipe Alonso Benito, empleado jubilado de Notarías durante 50 años, con servicio en dos Notarías de Madrid, a los 15 años ingreso como subalterno, haciendo “la calle” y trabajitos en el despacho. A los 18 años, examen de Auxiliar, oral (18 o 20 temas) y práctico. A los 24 años examen de oficial 2º, con amplio temario y ejercicio práctico dificilito. Aprobado. Y a los 31 años, ya casado examen de oficial 1º, con examen oral de un amplísimo temario y ejercicio práctico con comentario fundamentado.

    • Estimado Felipe:

      Perdóneme que le haya editado su interesante comentario en los dos momentos en que citaba mi verdadero nombre.
      Sabe que no me oculto y que todo el mundo sabe quién soy pero aquí soy Justito El Notario.

      Por lo demás, estoy conforme en que es fundamental concursar teniendo en cuenta la dotación profesional de la notaría. Así fue en la época de mi padre y en la de mi hermana y la mía, aunque me da la sensación de que en estos tiempos las instancias del primer concurso no se ordenan al modo “tradicional” y que se priman otras cosas.

      En mis primeros años resultó fundamental en mi formación y desarrollo profesional tanto la ayuda de mi padre, como la ayuda de los dos empleados de mi primera notaría (Mondoñedo).
      En la actual cuento con tres estupendos profesionales conformando entre los cuatro un gran equipo bajo mi “capitanía” y dirección en los aspectos más tradicionales de la labor del Notario como en otros que no es usual que el Notario atienda personalmente.

      Le agradezco sus palabras y espero que tenga ocasión de intervenir en otras ocasiones.

      Un saludo afectuoso, Justito El Notario.

    • “Considero que en los últimos tiempos la formación jurídica de los empleados de Notarías ha decaído, pues desde el Notariado se han primado mas los conocimientos informáticos del personal, que indudablemente, son muy buenos, en detrimento de esa formación jurídica”

      Estimado señor Alonso. Vaya por delante mi felicitación por su trayectoria profesional, porque, aunque oficial de lo que yo llamo “la vieja guardia”, que entró, entiendo, sin demasiada preparación jurídica, usted estudió, se preparó con los años y, también según entiendo, se dejó enseñar. No todo es, como sabe, pasar unos exámenes. Hay que actualizarse de continuo. El bloque normativo vigente hoy día es inmensamente superior al que había hace cuarenta años.

      Yo no sé cómo son las cosas en Madrid, pero lo cierto es que en su frase, que cito más arriba, usted habla con una gran generalidad. No habla de Notarios de Madrid o de aquel lugar u otro. Habla de Notarías y de Notariado en general, casi en abstracto, cuando es cada Notario el encargado, como bien sabe, de contratar y formar a su personal, cosa que no siempre ha sido fácil.

      Si en la frase que cito usted lleva razón y la formación a la que alude ha decaído, eso quiere decir que antes sería mejor, (interpretación lógica de la frase a sensu contrario). Y, si eso es cierto, descubro ahora que mi trayectoria de casi veinte años ya como Notario ha sido extraordinariamente excepcional y me han entrado ganas de compartir tal descubrimiento.

      Porque, sin afán generalista ni estadístico, puedo afirmar, en base a esa experiencia propia y en base a comentarios de compañeros sobre sus primeras notarías (y no tan primeras), que no todos los oficiales de la “vieja guardia” mostraban la misma ejemplaridad que usted.

      Recuerdo a uno que sí estudiaba, lo que le gustaba. Los expedientes que no le interesaban me los dejaba sobre mi mesa para que hiciera yo las escrituras. Era oficial porque su padre lo fue en el pueblo y “heredó” el cargo y el jugoso porcentaje. De Derecho, ni idea, solo tenía los modelos y a machacar siempre la misma solución y la misma escritura. Si se movía cualquier variable, como base no tenía, bloqueo absoluto.

      Recuerdo a otro, aquí no era yo titular de la Notaría, que llevaba allí cuarenta años, pero no utilizaba ningún programa informático. Se limitaba a escribir las escrituras en Word y usar a un auxiliar para pasarlas al programa. Base jurídica, ninguna. Como también iba a porcentaje, eso sí, se consideraba casi un socio del Notario y con derecho a manejar al resto de los empleados para resolverle la vida, como drones, prácticamente.

      Yo también llamaba, allá por el año 2001-2002 para preguntar por el personal a la hora de concursar. ¿Sabe lo que me decían algunos compañeros sobre el personal?, (pueblos pequeños se entiende, pero el nuevo Notario irá muy probablemente a uno de esos).

      El Notario anterior me decía: “¿Personal? Es EL oficial. Se puede considerar que la Notaría es suya, lo es el local, todo. Si quieres cambiar algo de lo que hace, va a ser la guerra, porque la clientela es suya, aparte el Convenio de Albacete, y no te interesa para un año que vas a estar enfrentarte a él. Firma lo que te ponga delante y si hay algo mal, ya os lo dirá el Registro”.
      Yo, muy tierno, decía, ¡Santo Dios!

      ¿De qué parte de esta situación tenía o ha tenido la culpa el Notariado, los propios Notarios al fomentar estas oligarquías o permitirlas? ¿Y la propia organización del Notariado cuando en realidad es un servicio público? Buena, ¿verdad?

      Comprenderá, señor Alonso, que cuando muchos años más tarde, en mi Notaria actual, que tampoco piense que es muy grande, tuve que proveer una jubilación, yo no busqué un informático. Busqué un licenciado en Derecho, y, a ser posible, ex opositor, abogado…, con formación jurídica, pero para formarlo yo en la materia notarial, lejos de malos hábitos que pudiera tener ya creados, del “salvar la firma como sea” y mil etcéteras.

      A día de hoy, las dos oficiales “primera” de mi Notaría (oficialas, aunque me resulte cacofónico el término) son dos chicas, ambas licenciadas en Derecho. Una con los estudios avanzados previos a la tesis doctoral y experta en sucesiones. La otra, abogada con varios años de experiencia como tal, y con mucha mano para catastros y expedientes de la nueva Ley de Jurisdicción voluntaria. ¿Los oficiales de hace años que antes comentaba no tenían cosas buenas? Claro que las tenían también. Pero, a día de hoy y vistos los resultados y mis antecedentes, yo no cambiaría a las mías de ahora por un oficial de la “vieja guardia” ni aunque fuera un vampiro con cien años de servicio en Notarías.
      Por tanto, sobre que la formación jurídica de los empleados del Notariado “va para abajo”, fíjese usted mi experiencia.

      Finalmente, me gustaría decir que este comentario no pretende ser generalista, “sentar cátedra” ni ofender o culpar a un determinado colectivo de nada, tan solo poner en perspectiva su frase desde el punto de vista de mi experiencia profesional.
      Soy el primero en reconocer que en todos sitios cuecen hablas, que de todo hay, que buenos y malos profesionales los hay en todos los ámbitos (como repite Justito), que hay grandes oficiales de toda la vida, auténticas eminencias. Pero, dada la generalidad del enunciado que usted ha escrito, me he visto en la obligación moral tanto de reflejar una realidad que siempre ha estado ahí, como también de romper una lanza en favor de los profesionales jóvenes. Son el futuro y en manos de cada Notario está el formarlos y espigar a los que valen para esto y los que no, una oportunidad que algunos difícilmente tuvimos en nuestros inicios en según qué sitios.

      Con todo respeto, un saludo.

      Juan Pedro Lamana Pedrero. Notario de Cehegín.

      • Felipe Alonso Benito.

        D. Juan-Pedro Lamana Pedrero.

        Estimado D. Juan-Pedro:
        Quiero iniciar este comentario agradeciéndole su deferencia al contestar a mi humilde comentario en relación a la interesante entrevista de Justitito El Notario al nuevo Notario Don Alejandro Sáez Ripoll, y que inicialmente sólo se pretendía por mi parte, felicitar a los protagonistas de la misma, pero que al hilo de un comentario de este último en la respuesta 13ª y que ya casi al final se hablaba del “buen servicio público”, tuve la osadía de añadir algo mas a ese comentario.

        Tengo que ser sincero y expresar que cuando comencé a leer su comentario-respuesta me produjo una sensación agridulce, pues si bien, muy amablemente, me felicita por mi trayectoria, al poco percibo como que venía un “chaparrón” y tuve que leer y reeler detenidamente, poniendo la máxima atención, todos sus comentarios.
        Tras una análisis contextualizado de ellos extraje que mi “pecado”, con relación a la formación jurídica de los empleados de Notarías, había sido el comentar que en el Notariado en términos generales primaban los conocimientos informáticos, cuando podía haber dicho algunos Notarios , y no generalizar el Notariado, pero como todo es interpretable.
        Otra cuestión que me chocó fue ese comentario acerca de oficial de la “vieja guardia”; tengo que aclarar que jamás, si si jamás, he oído esa su reiterada expresión, y a la que en absoluto, de haber existido, creo que no hubiera pertenecido. Si que en tiempos pretéritos se hablaba de oficiales clásicos o veteranos que estaban en un pedestal dominante por cuanto habían acaparado cierta clientela, -algo similar a lo que comenta se daba en algunos pueblos-, y eso lo “vendían”, sobre todo a Notarios que ya en los últimos años de su carrera llegaban a Madrid para su jubilación, y que en absoluto querían complicarse la vida. Solo importaba “numeritis”. Por otro lado también me sorprendió sobre que entré a trabajar, “sin demasiada preparación jurídica”, a esto tengo que decir que ni poca ni mucha, pues solo tenía quince añitos, había que trabajar y aportar un poco al sostén familiar, poco porque era un sueldo cortito y escasito, es lo que había. Por el día trabajo y por la noche estudios nocturnos. Don Juan-Pedro, eran años difíciles, estamos hablando de comienzos de los sesenta.
        En cuanto al bloque normativo tengo que comentar que en mi época hubo unas importantísimas reformas, modificaciones, en una palabra cambios, en derecho civil, mercantil, hipotecario, notarial, etc. etc., y que supuso que sobre lo que ya se sabía, tener que actualizarse, incluso los propios Notarios algunos de los cuales nos dieron cursillos y seminarios. Debo aquí recordar a Don Juan-José Rivas Recio, que tanto sabía sobre sucesiones, como sus conocimientos los transmitía generosamente, -a quienes queríamos aprender- con clases nocturnas, después de duras jornadas laborales, en un Centro Universitario de la Complutense.
        Sucintamente mencionaré tales reformas, y cambios:
        La reforma del Código Civil, sobre filiación, patria potestad y régimen económico matrimonial de comienzos de los años ochenta.
        En cuanto al derecho mercantil, las modificaciones en las sociedades mercantiles, anónimas, con una Ley primero y al poco un Texto refundido. Reforma del Reglamento del Registro Mercantil, y la normativa de las Limitadas.
        Ley y Reglamento hipotecarios con importantes cambios.
        Modificaciones en el Reglamento Notarial.
        Normativa urbanísticas., etc. etc.
        Bueno, no quiero ser cansino, como muy bien dicen en los pueblos.
        Todos esos cambios normativos tuvieron mucha transcendencia notarial que hubo que ir digiriendo poco a poco. Me permito ahora reproducir un comentario de mi Jefe “el mayor”, cuantos recursos y resoluciones de la Dirección General van a surgir, y lo decía cada vez que había esos cambios.
        Por supuesto no había, -permítaseme la vulgaridad-, la diarrea legislativa que existe desde un tiempo para acá.
        Las últimas competencias nacidas de la Ley de Enjuiciamiento Civil y otra normativa, atribuidas al Notariado, me parecen muy importantes pues además de proporcionar mas trabajo a las Notarías, dotan de mayor prestigio a la función notarial.

        Una vez aclarado lo anterior, aunque reconozco que un tanto prolijo, concluyo que estoy total y absolutamente de acuerdo con sus opiniones sobre la materia comentada, a las que plenamente me uno.

        Y a su acertada expresión “en todos sitios cuecen habas”, me permito añadir que: “De todo hay en la viña del Señor”. Y es que es tan variopinta la idiosincrasia que se pueda dar en el ejercicio de la función notarial. Pues, siendo la función notarial la misma, cada despacho tiene sus singularidades o particulares propias de las relaciones Notario y empleados. Aquí hay materia para un amplio tratado.
        No quiero concluir estos comentarios, sin expresarles a Vd. y a su sin duda magnífico equipo, formado por dos mujeres, Licenciadas en Derecho y con algo más de formación jurídica, mis felicitaciones, pues con toda seguridad resultará muy agradable el desarrollo de la función notarial en su despacho. En este punto, aunque había pensado no hacerlo, quiero comentar que un hijo mio, Licenciado en Derecho que al poco tiempo de terminar la carrera y prácticas en la Escuela de Prácticas Jurídicas y cumplido su aplazado servicio militar, por prórroga por estudios, comenzó a trabajar en una Notaría de una localidad de una provincia aledaña a Madrid, distante algo mas de 100 kms., de esta Capital. Allí estuvo trabajando y aprendiendo la profesión casi seis años, hasta que próxima la integración de los Corredores de Comercio en el Notariado, el Sr. Notario que desempeñaba esa Notaría, decidió concursar para alcanzar Notaría de 1ª, pues tenía antigüedad en carrera para elllo, alcanzando Notaría de 1ª en una ciudad importante de Levante. No quería encasillarse en el pueblo. Invitó a mi hijo a irse con él, pero mi hijo quería volver a Madrid y así lo hizo y al poco de estar cesante surgió una plaza en una Notaría de Madrid, donde actualmente continúa trabajando, sufriendo el agobio de la siempre exigente clientela de la Capital, que todo tiene que ser para “ya”. Las enseñanzas que recibió de ese su primer jefe, fueron fundamentales para él, pues D. Juan-Pedro, en similitud con Vd., me ha recordado lo estudioso y didáctico de ese para muy apreciado Notario. De ahí que me quede clarísimo que un Notario estudios y con ganas de trabajar pueda formar un magnífico equipo.

        Concluyo, ya está bien, deseándoles que la vuelta a la normalidad tras esta feroz pandemía, sea lo mas fructífera y saludable posible, y particularmente al Sr. Notario le deseo muchos éxitos en su apasionante faceta de escritor.

        Un cordial y respetuoso saludo,

        Felipe.

        • Buenos días. Le agradezco sus palabras, Don Felipe.

          He de reconocer que, al relatar algunos puntos de mi experiencia profesional ni pude ni quise evitar un cierto grado de desahogo. Y, aunque usted lo ha percibido, tal vez acertadamente, como “chaparrón”, me gustaría dejar claro que el chaparrón no iba “para” ni “sobre” su cabeza.

          Es verdad que hay quien cree que si a un enunciado sigue otro y entre ambos hay un “pero”, el primer enunciado “ya no vale para nada”, como decía cierto personaje literario.

          Puede que así sea en personas que solo ven el blanco o el negro. No es mi caso. Cuando yo lo he felicitado a usted por su trayectoria, no le quepa duda de lo que he hecho con sinceridad y sin sombra de ironía o para desvirtuarlo a continuación con otro enunciado de signo opuesto. Ni mucho menos. Claro que eran tiempos difíciles, y claro que había que hacer la calle y llevar los recados. ¿Sabe usted quién hacia la calle y los recados en mi primera Notaría? Yo mismo. Un pueblecito en el dehesa extremeña, una Notaría sin oficial alguno, ni veterano ni nuevo ni bueno ni malo, ni posibilidad de encontrarlo adecuado. Mi hermana y yo allá nos fuimos, por Cerro Muriano, un local y un protocolo nos encontramos, y tuvimos a arremangarnos hasta los hombros para que aquello saliera adelante. Yo llevaba las pólizas a los bancos, las escrituras al Registro… Puede que fuera poco más de un año, pero como sé lo que es, y aunque asó no fuera, lo respeto.

          Su comentario anterior lo cierto es que me gustó mucho, pero, al decir aquello de la informática con esa generalidad, y solo respecto de esa frase, simplemente decidí comentar y dar otra perspectiva en base a mi experiencia personal.

          La expresión “la vieja guardia” es personal mía. La decía un preparador mío (Notario veterano, yo preparé en Academia y bebí de muchas fuentes y temperamentos). La usaba para referirse a Notarios de su quinta y en ningún caso con carácter peyorativo ni con ninguna connotación ominosa. Yo la he hecho mía porque tiene un “no se qué” novelesco que me gusta, y nada más.

          Otro de mis preparadores decía mucho lo de “diarrea legislativa”, eran mediados de los noventa. Pero lo que ha ocurrido desde el cambio de milenio no se ha quedado en simple disentería, ha sido una auténtica mutación, una evolución. No solo es que tengamos más leyes, es que hemos cambiado; ahora “somos” más de lo que éramos. Primero fuimos también Corredores; después, en cierto modo, policías (Ley de blanqueo); más tarde, catastro; y últimamente y cada vez más, hasta jueces.
          A eso hay que añadir una crisis terrible, omnipresencia de las nuevas tecnologías, gente más enfadada con el mundo y un aumento de las exigencias de responsabilidad.
          El Notario que va a contratar a día de hoy se ve obligado a encontrar personas con las que pueda dar respuesta a esos gigantescos cambios, perfiles versátiles: idiomas, informática…

          Si se puede llegar a pensar que en esa vorágine pueda perderse la formación jurídica, lo que quise transmitir es que muchos, al contrario, intentamos reforzarla en nuestros despachos y que tal cosa no se produzca.

          Finalmente, sí, la clientela de la capital es muy exigente y todo lo quiere para “ya”. Yo conozco y hablo con Notarios capitalinos y soy consciente de sus cuitas, de sus agobios y de sus renuncias en cuanto a calidad de vida. De hecho, no pocas veces alguno se despide con aquello de “pero qué bien vivís los de los pueblos”. Y nos reímos los dos.
          Pero ellos saben de igual modo mi opinión. Las que son de primera, segunda o tercera son las Notarías. Un Notario no se mide por el lugar donde esté. De igual manera que un ciudadano no es menos que otro ni más porque resida en Madrid, Pinoso o Marbella.
          Hoy día estamos tan conectados por las nuevas tecnologías que “todo se pega”, sobre todo lo malo. Lo de “la copia la quiero para ayer” no nos es desconocido en las localidades pequeñas, que, por otro lado, también hemos realizado con los años una labor en el mundo de la muy extensa propiedad rústica casi desconocido en las grandes capitales, pero tremendamente importante, como es la inmatriculación de buena parte de esa propiedad (antaño en el limbo jurídico) y, en los últimos años, la progresiva coordinación catastro-registro, que en fincas rústicas… menudo desastre nos hemos encontrado al abordarlo.

          Tampoco quiero yo ser pesado, bueno,”más” pesado, pesado ya soy.

          Un muy atento saludo y mucha salud, Don Felipe.

  4. Enhorabuena por el éxito. La verdad es que es bueno tener ejemplos de estos, ya que parece que si has sido mal estudiante de joven tu vida ya no se puede reconducir. Aunque entiendo que no es lo normal. Lo único que me chirría es que de a entender que es muy mayor. Si no he entendido mal empezó la oposición con 27 años, unos 4 años después de lo que sería normal, y ha acabado con 33. Una media de edad entre los aprobados es de 29. No me parece que haya gran diferencia de edad. Leyéndolo, uno puede pesar que tiene 40 o más años De hecho empezar la oposición siendo un poco más mayor y con experiencia de vida en otros campos tiene también sus ventajas. Saludos

    • Buenas tardes María:
      La media de edad de la última promoción es exactamente de 30,09 años.
      Alejandro ha aprobado con 33. Yo lo hice con 34. A mis 34 años, todos mis amigos trabajaban, la mayoría se habían casado y muchos tenían ya hijos. Es evidente que empezar a trabajar con casi 35 como yo lo hice (me faltaba un mes) te coloca en la posición de “terminar mayor y empezar mayor a trabajar”. En mi promoción (2002) somos 98 y solo 11 eran mayores que yo.
      No se puede sacar de la lectura la conclusión de que tenga 40 o más. Yo creo que dejamos completamente claro los que tenía cuando empezó, cuantos estuvo estudiando y cuantos tenía cuando aprobó.
      Efectivamente, empezar después puede resultar positivo … o no … esto es cosa de cada uno.
      Lo que sí te puedo decir es que la inversión, si apruebas, merece la pena. Si no lo haces, ya depende de muchos factores.
      En fin, que a mi no me chirría nada. ;))
      Saludos y gracias por la participación y el comentario. Justito El Notario.

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