6 comentarios

  1. Buenas tardes Justito.

    En mi época era un tema tabú. Nadie tuvo la valiente decisión de acudir a un profesional. Y más de uno lo necesitábamos. Yo el primero. Pero detrás mío recuerdo a varios más, cuyo único apoyo y consuelo era el que podíamos obtener entre nosotros. Ningún preparador -y fueron muchos- se preocupó jamás por este asunto.

    Me viene a la cabeza Pilar, con una vocación notarial innata y una extraordinaria opositora. Mucho mejor que yo. Dominaba los dos primeros ejercicios con soltura. Todos pensábamos que aprobaría sin excesiva dificultad. Ahora bien, tan pronto salía la convocatoria se convertía en otra persona. Empezaba a titubear y a cantar con desconfianza. Cuando quedaban un par de semanas se autoinmolaba. Y así durante tres convocatorias. Acabó perdiendo más de 30 kilos y lo tuvo que dejar. Éramos muy amigos y la estoy intentando localizar (después de tantos años de silencio mutuo) para que que lea este post.

    El miedo irracional e insuperable, la responsabilidad exacerbada para con los demás y el sentimiento de culpa y fracaso es un cóctel que nos ha dejado en la cuneta a muchos. No teníamos un Justito que te guiara y te hiciera ver que esos trastornos eran lógicos y tratables.

    Es verdad que no cabíamos todos en la misma nube. Sin embargo, no sé, tengo la sensación de que aquí abajo has creado un hilo invisible entre vidas que en su día se quebraron por la oposición y que ahora nos une al descubrir lo que en realidad nos sucedió.

    Sigue tejiendo, por favor.

    Un amigo.

    • Hola Dandanovic:
      Perdona que haya tardado en contestarte.
      Se debe a dos razones. La primera que experimento un aumento de trabajo en estos días debido a lo propio del final de año y a la jubilación inminente de mi oficiala que cumple los 65 y 43 de servicio a la notaría de Pinoso (ayer estuvimos de celebración). La segunda que tus comentarios hay que saborearlos y me gusta contestarlos con calma.

      Tal vez yo pueda ayudarte a localizarla. Conservo todos mis cuadernillos de oposiciones (entre 1991 y 2002) y con cierta dosis de paciencia (y ya sabes que tengo mucha) tal vez pudiera localizarla. No sé si sabes su apellido (imagino que no). Con solo “Pilar” no será fácil pero si sabes apellido o apellidos y me enmarcas alguna fecha, tal vez la localice. Es una auténtica pena que se desperdiciara un talento así.

      Por lo demás, es cierto. Nadie se preocupaba y creo que la mayoría siguen sin hacerlo guiados por lo bien que les fue a ellos (si les fue mal, no lo dirán).

      Yo tuve miedo, responsabilidad, culpa; era un casi fracasado y estuve medio tirado en la cuneta hasta que un golpe de suerte me puso a tiro la nube que pudo escaparse y finalmente no lo hizo.
      Lo demás, lo de después, ha sido tan inesperado como lo fue mi caída y hasta el éxito final y, por supuesto, es causa de muchas de las alegrías de mi actual vida.

      Un abrazo y gracias, Justito El Notario.

      • Gracias Justito.

        Se llama Pilar Alsina y ya la he localizado. Como te dije, su vocación notarial era a prueba de bombas. Y para ella lo más facil hubiera sido seguir en la empresa de su padre, un famoso industrial maderero catalán.

        Por lo que he visto, eso es finalmente lo que ha hecho, junto con sus hermanos. Curioseando un poco, se aprecia que ahora la empresa es enorme y que ella es miembro del Consejo de Administración.

        En fin, me parece que no la voy a llamar. A lo mejor me equivoco, pero me extrañaría que la oposición aun formara parte de su vida.

        Tengo que aprender a controlar mis fantasmas, a dejar de imaginar que todos conservamos jirones de aquella etapa.

        Gracias, como siempre.

        • Hola Dandanovic:
          No sé si me resulta familiar el apellido por la oposición, por la famosa empresa de autobuses de línea o por cualquier otra cosa, pero me suena.
          Sí, es probable que haya mucha gente que lo supere sin más y que solo tengamos noticias de aquellos que nos quedamos algo “colgados” (de un lado o del otro).
          No te preocupes que de aquí no sale y si hace falta, borramos el rastro.
          En cualquier caso .. a mí me encantaría saber qué opina y cómo se siente. Probablemente hasta podría ayudar a mucha gente con su ejemplo.
          Por cierto, yo hice una escritura muy buena con otra maderera: FINSA. Me he sentido siempre muy orgulloso de ella. La segunda mejor escritura de mi vida.
          Un abrazo, Justito El Notario.

  2. JOSE MANUEL ANTÓN DE LA CALLE

    Esa falta de ayuda psicológica provoca -como en las oposiciones de 1984- que un opositor de Notarías suspendido sacara un arma y disparara contra todo el Tribunal dejando a un catedrático de Derecho Civil lisiado. Es un caso extremo, pero se podía haber evitado con una ayuda adecuada.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.