crónica notarial de una pandemia

“Acabo de terminar tu libro de la Crónica Notarial de una Pandemia”

Una abogada, recientemente jubilada, con la que empecé a tratarme en Facebook hace tiempo (ahora ya no tengo cuenta allí) me escribió hace pocas semanas, charlamos, se hizo con un e-book de mi “Crónica notarial de una pandemia”, lo leyó en pocos días y me volvió a escribir para decirme:

“Buenas, Justito:

Acabo de terminar tu libro de la Crónica notarial de una pandemia, me lo he pasado muy bien leyéndolo. Es sencillo, ágil, agradable de leer. Bueno, eso lo digo yo, porque los que no han estudiado Derecho dirán que tenemos un idioma muy complejo, antiguo y barroco.

Está bien editado, sin erratas, al menos yo no he visto ninguna, cuestión que han descuidado mucho incluso las editoriales serias y de prestigio, que han eliminado de un plumazo, en los últimos años, la figura del corrector tipográfico y de estilo, y hablo, por ejemplo, de libros de ocio, cuya media ronda los 20.-€ en papel.

Destaco de tu trabajo el asunto de las previsiones de cotización por la base máxima, con las que estoy absolutamente de acuerdo y no con los “fraudulentos” planes de pensiones,  y sobre todo la lista de asuntos que debemos dejar controlados “por si nos vamos”, incluido el muy recomendado poder preventivo o las voluntades anticipadas. Mi padre, desde que éramos muy pequeñas, si salía de viaje, nos decía: “Si me pasa algo, todo está en la cartera negra (testamentos, escrituras, etc.)”. Y ese dicho lo he heredado y también lo proclamo en voz alta de vez en cuando.

(La de la foto es mi amiga y compañera Ana A. Sánchez Silvestre conocida en el mundo tuitero como @anasansi)

Me ha sorprendido lo de legitimar un documento firmado electrónicamente o el acta para autenticar fotos tomadas en streaming.

Sobre la justificación de las razones de urgencia me he quedado con las ganas de saber más (cotilleo jurídico). Por ejemplo en la del triple expediente de dominio o la de aceptar la herencia por partes iguales, tras un acuerdo cogido con alfileres, habida cuenta del contenido dispar de los testamentos de los padres.

Me encanta el control estadístico-contable de gastos o de morosos. Y, lo siento, me he reído con el engaño de Iberdrola, que se podría sustituir por el de muchas otras grandes compañías. Estamos vendidos. Abrazos. Maribel.

PD.- Y me reafirmo con el libro de digital, todo un lujo que te lleven los enlaces en una milésima de segundo a la ampliación del tema en tu blog o donde sea”.

Recojo para terminar este post de auto-bombo la crítica de mi amigo Josep María de Tottributs y la de un cliente

El amigo:

“Me pareció fantástica tu previsión de ahorro en la notaría y en lo personal. El libro me ha encantado. El otro día reflexionaba sobre él. Creo que es un libro que combina derecho, historia del derecho y práctica y tiene un poquito de cada cosa. Por eso es un libro fantástico desde todos los puntos de vista. Yo juego al ajedrez y he leído a Kasparov que tiene un libro sobre la historia de los campeonatos del mundo que combina historia con análisis de partidas y es super ameno como el tuyo porque combina muchas facetas y lo puedes disfrutar en todos los sentidos. Mezclas cuestiones civiles, fiscales, notariales, prácticas, teóricas, apreciaciones personales y otro tipo de asuntos. Es un libro práctico y teórico, un todo en uno. Tu primer libro tambien tiene un perfil similar, aunque no tan marcado. Crónica, es imagen de una época y es un libro con numerosas reflexiones. Todo eso le da un encanto especial“.

El cliente:

“Buenos días: Ya hace unas semanas que leí tu libro, me resultó sorprendentemente interesante. No te negaré que a priori leer una crónica notarial me generaba recelos. Me preguntaba en qué momento del día podría ser el mejor para adentrarme en dicha lectura y pronto comprobé que lo leía a cualquier hora hasta acabarlo con prontitud. Me sorprendió descubrir que recordaba lo que había hecho esos mismos días que cronológicamente enumerabas. No sé qué hice el 14 de marzo del 2019 pero sí el de 2020. Así me sucedió con otras fechas. Pocas fechas llevo en la memoria pero parece que recuerdo casi todo de marzo a julio de 2020. Supongo que esas fechas nos marcaron mucho y aún no somos del todo conscientes. También me sirvió para recordar que quiero hacer testamento. Mi idea es hacerlo y no cambiarlo frecuentemente como parece hacer una vecina de mi querido pueblo. No es urgente, o sí, no sé, seguro que tu experiencia profesional podrá contestar mejor, pero me parece que el pasado 2020 nos ha alertado de muchas cosas. Intentaré éste septiembre u octubre testamentar. Supongo que se acercan tus vacaciones, tal vez Sicilia, Malta… seguro que cualquier destino será válido en esta ocasión. Disfruta. Un saludo y gracias por todo”.

Yo le contesté: “Es natural que no resulte un libro apetecible al profano, pero está “adornado” con muchas cosas que lo hacen digerible y que además son de interés general y comunes para todos en esta época de pandemia. Gracias por decírmelo. Un abrazo”.

Muchas gracias a los dos. Nunca he visto a Maribel. Ni siquiera le pongo cara. A Josep María sí que le conozco personalmente. Comimos un día en Barcelona y aunque me baila un poco su cara en la memoria, le recuerdo bastante bien. Curioso, nunca lo hubiera pensado, hacerse amigo de gente a la que apenas conoces pero con la que compartes más cosas (al menos en estos tiempos) que con gente que tratas de toda la vida. Por cierto … también sobre esto reflexiono en “Crónica notarial de una pandemia”.

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Y dedicado, pues escribiéndome un e-mail a justitonotario@hotmail.com

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario




 

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