¿Canto bien?

“Llevo unos meses opositando a notarías; estudio tres temas cada semana y aunque tengo bastante claro mi objetivo y estoy muy animado, nunca consigo cantar con la seguridad que debería. Mi duda está en que no sé cómo practicar el cante para hacerlo con la naturalidad que lo hago en casa demostrando que verdaderamente me sé el tema. He seguido todos los consejos de mi preparador (cantar delante de un espejo, de mis padres, de mi novia…) y llegados a este punto, tengo la duda de que realmente esto pueda ser para mí”

He hablado del ritmo de estudio en otros posts de esta sección de Oposiciones, así que lo que me interesa de esta consulta es:

¿Qué opinará su preparador?

¿Sus padres o su novia tienen un contacto con el mundillo de las oposiciones que les permita enjuiciarle debidamente?

Evidentemente si uno no se auto convence, parecería que la cosa no va demasiado, pero a veces nos exigimos demasiado a nosotros mismos. ¿O no? ¿Cuántas veces no estuve de acuerdo con la impresión de mi preparador tras cantarle un tema? Muchas.

A mi me parece que no hay mejor entrenamiento que cantar y cantar y que la seguridad la da lo bien que se sepa uno los temas.

¡Vente a verme un día y te doy mi opinión¡

A propósito de esta pequeña entrada me comentaba un compañero lo siguiente:

“Me trae a la memoria este Opo Flash tuyo, el primer día que fui a la academia. Me senté de oyente. Estaba cantando un opositor. Yo nunca antes había oído cantar un tema. Entre las palabras, entre palabra y palabra, aquel introducía una larga inspiración. Me quedé espantado. “Yo esto no voy a saber hacerlo”, me dije. Tardó este compañero, pero, finalmente, aprobó. También recuerdo al que entre palabra y palabra metía un “eme”. También aprobó. No sé si llegaron a superar sus tics o como queramos llamarlos. Otro compañero cantaba muy nervioso. Las sillas del salón del suelo de la academia eran de esas que están unidas. Cuando este compañero cantaba, los demás del mismo bloque de sillas nos agarrábamos, porque este compañero (que era corpulento) se movía mucho al cantar y nos hacía movernos todos. Ya llevaba dos convocatorias fallidas. Un buen día cantó el tema tranquilo. Si me di cuenta fue porque la bancada no se movía. Al cantarlo tranquilo, mi atención se pudo centrar mejor en el contenido del tema, que era muy bueno. Ya no distraía la forma de cantar. Creo que ese es el secreto, que la forma de cantar centre al oyente en el tema. Ya siempre lo hizo así. Nunca he sabido a qué se debió una evolución tan de la noche a la mañana. Aprobó, incluso creo que quedó muy bien situado”.

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Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario