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Opodramas y preparadores “dementores”

Advertí cuando escribí la primera versión de este post de que me parecía que podría estar llegando al final de mis historietas sobre oposiciones … Había disminuido mi ritmo de Opo Flashes, (que sigue bajo) me costaba sacar mi habitual post de los miércoles sobre las oposiciones y me sentía un poco como Bubba cuando terminó de enumerar a Forrest Gump las mil maneras que conocía de preparar las gambas. En ese momento, Bubba le dice a Forrest: “Creo que eso es todo”. Pues eso, que antes o después yo acabaré diciendo a los opositores “creo que eso es todo” aunque tengo un gran proyecto en mente con el que fue mi caballo de batalla en la oposición: el dictamen. Poco a poco irá saliendo a la luz. También tengo que terminar de recopilar el material de interés de mis libretas de la oposición con el que ya llevo escritos tres episodios que pueden leerse pinchando aquí.

Sin embargo, un año después, tengo la sensación de que tengo material para escribir ya la segunda parte  “Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)” edición en papel (Basconfer). Tiempo al tiempo. Entre tanto, republico hoy una serie de chispazos de una larga conversación con una opositora con la que me trato mucho en los últimos tiempos. Hasta de dementores acabamos hablando en esta ocasión.

Opodramas

Hermione: “Llevo poco tiempo preparando pero desde la segunda vez que canté ya me dijeron que esta oposición no era para mí. Hice caso omiso porque no la voy a dejar. Esta profesión es mi vocación. Siento que mis preparadores no me dan la opción de ver como evoluciono en vueltas posteriores. El prejuicio de mis preparadores me mata. ¿Saberse bien los temas es cuestión de vueltas y de insistir? ¿Hago caso omiso de mis preparadores?, ¿o me busco otros? Desde que empecé la oposición me he sentido bastante incomprendida. Es como si los que ya han pasado “la tormenta” olvidasen como se sintieron cuando estaban de lleno en ella. A veces he llegado a pensar que nada más aprobar os pasan por una cabina de electro-shock cerebral o algo así para que os olvidéis de lo mal que se pasa en la oposición. Tengo el apoyo de personas que ya han pasado por esto y que intentan animarme, aunque muchas veces no encuentren las palabras adecuadas para hacerlo. Me cuestan mucho los artículos, incluso cuando se trata de temas de repaso. He pensado en comprarme una grabadora y así intentar corregirme a mi misma. ¿Lo ves una buena técnica?”.

Justito: Es que memorizar los artículos es muy difícil, ¡cómo no te va a costar¡, ¡a ver si va a haber que sabérselos perfectos desde el minuto uno¡ Yo no tuve demasiados problemas con los orales, pero el preparador me daba mucho “la lata” con la literalidad de los artículos que fue mejorando vuelta a vuelta. Yo te aconsejaría que te estudies los artículos lo mejor que puedas y que sigas avanzando, porque con las vueltas se mejora, claro que se mejora. No es mala idea lo de la grabadora, siempre que no se convierta en algo imprescindible u obsesivo. Si tienes tan claro lo que quieres, creo que te mereces una temporada para demostrarte a ti (a los demás, salvo al tribunal, no tienes que demostrarles nada: ¡es tu vida¡) que puedes con ello. Pero claro, tener todos los días (o todas las semanas) a un señor o señora diciéndote que no sirves y que te lo dejes, tiene que ser demoledor. Comprendo que la gente no quiera perder su tiempo contigo, pero lo que parece que no comprenden muchos es que NO SOMOS TODOS IGUALES, que no hay un solo perfil de opositor y que hay gente que requiere madurar, que es oruga y luego mariposa, que florece o estalla más tarde y a la que hay que darle su tiempo. ¿Hay alternativa con otro preparador menos exigente o que se ajuste más a ti? Pues vete con él, porque alguien que te mine permanentemente la moral no te conviene. Tu tienes que tomar tus decisiones, aunque también hay que ser consciente de que todo tiene un límite. ¿Cuál es? … el que se ponga cada uno. Yo estuve al borde de no conseguirlo, pero reviví y aquí estoy. Tuve otras dificultades diferentes a las tuyas, pero si lo que tú necesitas es comprensión y tiempo, dátelos y sigue adelante. Que nadie decida por ti. Cuando algunos opositores veteranos me preguntan si continúan o no, procuro también ser sincero con ellos para, sin hacerles daño, intentar hacerles ver que a algunos les ha llegado el momento de abandonar, pero ¿quién está seguro de lo que va a pasar? Las decisiones las tiene que tomar uno mismo. Hay que caer (o no) del guindo solo. Yo tuve poca protección y pocos sitios donde cobijarme. Fuera de mi preparador, mi familia y mi novia no había casi nadie. No tuve casi ningún compañero y cuando aprobó mi hermana me quedé muy solo hasta casi el final (hasta 2001) que fue cuando conocí a Sergio y a José Luis con los que pasé el último año de mi oposición. Fíjate que en mi vida actual creo que aún arrastro cierta soledad derivada de tantos años “fuera del mundo”, de haberme marchado de mi tierra durante cinco años tras aprobar y de regresar luego a vivir a una ciudad en la que salvo tres años en los que estuve opositando nunca había vivido y en la que aún nunca he trabajado.

Dementores

Hermione: “Cierto, cada opositor es un mundo. Ayer me tocó con el “preparador malvado” al que creo que a partir de ahora llamaré prepa-dementor. No sé si eres fan de Harry Potter pero te pongo un poco al corriente. Los dementores son seres que sacan tus recuerdos y sensaciones más tristes, frías y abrumadoras, se alimentan de la pena de la persona y de los recuerdos más malos que han tenido a lo largo de su vida. En la saga la única forma de afrontarlos era invocando un patronus. Para invocarlo es necesario recurrir a un recuerdo suficientemente feliz o alegre (como Peter Pan y los niños perdidos que lo necesitaban para poder volar). Yo creo que la tristeza es como el agua en un barco, si dejas que entre dentro del barco, al final el barco se hunde. Con las personas es igual, si dejas que la tristeza se aloje dentro de ti, al final acabas hundiéndote. En esta vida lo importante es saber sacar “ese agua” de tu interior. Esta última vez he conseguido arrancarle un “casi me sorprendes, pero …”, pero me ha vuelto a decir que voy muy lenta y que estoy perdiendo mi tiempo opositando. He oído tantas veces esas palabras que cada vez me estoy volviendo más inmune a ellas. Es como con el veneno o las vacunas que te hacen menos vulnerable a un patógeno. Solo me queda tomármelo con esta filosofía porque lo otro sería abandonar y eso no es una opción para mi en este momento. Sin embargo el estar oyendo lo mismo constantemente, cada semana, es muy, muy frustrante, es como intentar levantar una losa de 1000 kg: sientes como te aplasta y que no tienes fuerzas para quitártela de encima. No me queda otra que sacar fuerzas de donde pueda”.

Justito: Lleva cuidado con ahondar demasiado en ciertos pensamientos o sentimientos o vas a acabar como yo leyendo a Séneca o lo que es peor a Ramón Sampedro. Sois unos cuantos los que os quejáis de los preparadores y ese paralelismo que haces me parece apropiado solo para algunos casos extremos. Mi sensación es que con el tiempo esa situación te hará mella y tendrás que buscarte a alguien que no te haga daño. Yo no creo demasiado en la figura del preparador duro y exigente por “narices”, pues habrá a quien le funcione y a quien le destroce. Si yo hubiera tenido un preparador de ese tipo, no hubiera conseguido aprobar. Ya he comentado, creo, que la oposición es una selección natural, pero también creo que esa selección natural a veces falla, porque a veces se cuelan (nos colamos, porqué no voy a decirlo) algunos que a priori no parecía que estuviéramos entre los elegidos para la gloria. La selección natural existe pero mientras que en la naturaleza no suele haber errores y solo los fuertes sobreviven, en la oposición no se consigue que los que sobreviven=aprueban sean los mejores para ejercer la función y pasar el relevo a los que vendrán después que ellos. Tu juegas el mismo juego que todos los demás pero (tal vez) con tus armas más pobres, sin embargo luego a muchos podrías adelantarles porque serán malos profesionales, no seguirán estudiando y formándose, se corromperán o solo estarán interesados en ganar dinero. La selección natural de la oposición no da el mismo resultado si hablamos del ejercicio de la profesión.

Hermione: “Te he leído que el ritmo debemos marcarlo nosotros, siempre y cuando no te duermas en los laureles”.

Justito: “Si el preparador no sabe medir su dureza, puede fastidiar al opositor de forma definitiva. Es un grave error que se comete con cierta frecuencia. Respeto al que no quiera perder su tiempo en cierta clase de opositores, pero hay que saber controlarse, no se puede ser tan exigente, tan frío y deshumanizarse. El ritmo lo marca el preparador y si el opositor no puede seguirlo, es el preparador el que debe adaptarse al ritmo del opositor sin dejar de exigirle constantemente” .

Hermione: “Creo que tú no eres consciente de la labor tan grande que desempeñas para nosotros los opositores con tu blog. Haces mucho por nosotros. Hace falta apoyo y comprensión para mantener la constancia y conseguir el éxito. Eso querido amigo, es crucial para un opositor”.

Justito: “Estas cosas que me dices, me ponen las pilas. Sí que soy consciente, pero evidentemente solo me llega un pequeño porcentaje de lo que me dices. Me dijeron hace poco que de diez personas que te están agradecidas por alguna cosa, solo una te lo dice. Ese “uno de cada diez”, hoy eres tú. Esto que me acabas de escribir tiene para mi un valor enorme. Cuando los reconocimientos llegan, me siento muy, pero que muy satisfecho. Así que gracias. No abandones tu ilusión. Te mereces DARTE una oportunidad y deberías procurar buscarte una preparación no hostil, no competitiva, más sincera y cercana, no destructiva. Tras aprobar la oposición, te aseguro que no siempre los mejores opositores se convierten en los mejores Notarios. Defiendo siempre el sistema y creo que el sistema no falla (aunque sea mejorable), lo que fallan son las personas. Ánimo“.

Toda la historia de mi oposición contada cronológicamente puede leerse en  “Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)”. Si alguien se anima a recibirlo dedicado que me escriba a justitonotario@hotmail.com y le explico cómo proceder. Todavía no me explico como hay opositores de larga duración que no tienen mi libro en su mesita de noche porque no van a encontrar una historia como la mía en ningún sitio.

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario




 

3 comentarios

  1. Hola Justito. Yo tardé 3 semanas en darme cuenta de que ese preparador no era para mí, y según le dije que me cambiaba de preparador dijo “no todo el mundo está hecho para opositar”. A la semana siguiente fui con mis preparadoras y me dijo: no tiene ni idea, tú estás hecha para esto. Aún no he aprobado pero espero algún día poder callar alguna que otra boca!. Gracias, saludos.

  2. F. Javier Oñate Cuadros

    Me gustaría dar una opinión, que no consejo (para esto, mejor comprar el libro de Justito), a la afligida pero valerosa e irredenta Hermione.

    Partiendo de la base de que el elemento humano, la persona del opositor es clave, el preparador es una figura muy importante, pero no es decisiva. Dicho lo cual si varios opinan parecido, es un hecho sobre el que hay que reflexionar muy seriamente.

    Por otra parte, no hay un solo sistema para afrontar y tratar de aprobar la oposición, hay muchos, me atrevería a decir que tantos como opositores. Pero todos tienen una cosa en común: Ninguno es un camino de rosas, o mejor dicho, para llegar a la rosa hay que pasar por las espinas. Las rosas sin espinas carecen de aroma.

    En cuanto al sistema de aprendizaje, además del tradicional de vueltas está el de acumulación. Más lento pero más seguro. Se están repasando los temas constantemente, con lo cual es más difícil que se caigan. No hace falta estar cantándolos constantemente, excepto los artículos del CC. Es como el entrenamiento deportivo de alto rendimiento, no hay que entrenar a tope todos los días (es necesario descanso y recuperación, lo que antaño se llamaba baño y masaje) y en el equipo, además de entrenador, están el médico, el preparador físico, los fisios y el motivador o psicólogo. Si mal está no llegar, puede que sea peor pasarse de rosca.

    El preparador tradicionalmente era un poco todo lo anterior. No existe el mejor preparador, existe el mejor preparador para cada opositor. Es absurdo continuar con un preparador que te invita a dejarlo: Hay que dejar al preparador, bien sea para continuar, bien para dejar la oposición.

    No hace falta ser el mejor ni extraordinario, hay que dar un nivel mínimo. Si eres lenta, tienes que tener temas muy densos, perfectamente estructurados, que permitan seguir el razonamiento con claridad. Conceptistas (lo bueno si breve, dos veces bueno, pero también lo malo si breve, dos veces malo) y espartanos (defensa a muerte). Habrá que dar imagen rocosa, exenta de preciosismos pero con seguridad y solidez a prueba de balas. La suerte de la fea la guapa la desea, dice la sabiduría popular, que aquí viene al pelo. No vamos a por el 7, vamos a por el 5.01.

    Y si has pasado los orales, superándote a ti misma, esa solidez y dominio de la materia serán tus aliados en el dictamen, que será tu oportunidad para entrar.

    Eso sí, en ningún caso este comentario debería entenderse en clave de generar expectativas irreales. No conozco a Hermione, hace muchos años que estoy alejado del mundo de la oposición y simplemente mi opinión podría ser un hablar por no callar.

    • Querido Javier:

      Te aseguro que Hermione es muy valerosa e irredenta.

      Por mi experiencia de estos años compartiendo cuitas con los opositores, diría que los preparadores se convierte en demasiado decisivos en demasiadas ocasiones, especialmente cuando el opositor no va bien y tiene dificultades, cuando en estos casos es probablemente cuando deberían redoblar su esfuerzo. El trabajo fácil nos gusta a todos, claro está …

      Yo a veces temo estar dando expectativas irreales, pero en esto soy como mi preparador: prefiero que el opositor caiga por sí solo del guindo. Solo unos pocos se resistirán a seguir estudiando aún estando en el suelo, aunque si lo pienso bien yo pude ser uno de esos que aún completamente derrotado se resistió a abandonar hasta que milagrosamente hubo una inflexión que ni yo mismo esperaba que me llevo derechito (unos años más de por medio) al aprobado final.

      Gracias por tus palabras que, sin duda, serán útiles para Hermione y otros muchos opositores a lo nuestro y a otras muchas cosas.
      Un abrazo, Justito El Notario.

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