El viejo Código Civil

El mío no está tan viejo a pesar de que la ex opositora propietaria de este Código Civil (y amiga) y yo creo que somos casi de la misma edad. También es cierto que el mío pasó por una nueva encuadernación hace años que me hizo Antonio de Encuadernaciones Castell que se ocupa del protocolo de mi notaría y de dejar fetén mi propio protocolo personal y otras cositas que me gustaría conservar para la posteridad.

Mi hijo me pregunta a menudo qué cosa salvaría de todas mis posesiones en caso de una catástrofe. Dando por salvado (por su carácter) el contenido de mi blog, siempre le digo que yo salvaría mis álbumes fotográficos y de recuerdos y mis 50.000 fotografías digitales que albergan un par de discos duros, pero, lo cierto, es que si la catástrofe fuera en mi notaría, en Pinoso, tendría que salvar a mi viejo Código Civil. Le tengo un enorme cariño y, mientras trabajo, lo tengo a menos de cincuenta centímetros de distancia.

Aquí pueden verse los de tres compañeros:

Y este es el mío (por fuera y por dentro):

 

Le quiero aunque el pobre hasta me ha causado algún disgusto por causa de alguna reforma que ya no contempla, aunque yo al Código Civil se lo perdono todo.

Va por ti, amiga. Gracias por tu apoyo.


Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario