El Espíritu de las Oposiciones Pasadas

el espíritu de las oposiciones pasadas

“Estoy preparando notarías. Mi calidad de vida es mala. Estoy tomando paroxetina y, aunque me ha ayudado bastante, creo que me costará dejarla cuando esto acabe. También estoy tomando otras cosas. Cuando los exámenes se acercan, la medicación ya no me hace nada y me sobreviene de nuevo la depresión y la angustia. Tengo problemas de memoria. Los temas son un muro. No consigo retener y me cuesta horrores cantar.  Estudiar el programa es un “eterno retorno” que me lleva, una y otra vez, a “re-estudiar” lo que se supone ya sabido y me quedo atascado cuando voy por la mitad del programa. Es la maldición de Sísifo“. 

Pues, la verdad es que lo primero que se me ocurre decirte es que no sé si tienes mi libro pero si no lo tienes deberías comprarlo porque cuenta mi historia cronológicamente y da una verdadera idea de mi travesía de casi once años. Si quieres, puedo enviártelo yo mismo dedicado y ya arreglarnos con el pago.

Dicho esto…. me estás contando mi propia vida. Eres como el Espíritu de las Oposiciones Pasadas que se me reaparece para contarme lo mal que yo estaba entonces y que ahora me importuna porque yo, que tenía una nube con agujeros, no estoy valorando ya lo difícil que me fue conseguirlo ni siendo fiel a mis esencias….. (cosas que no son ciertas porque sigo en la nube de los dos agujeros para sacar las piernas) …

Ya me visitó el otro día el Espíritu de las Oposiciones Futuras, así que ya no me queda más que una visita, aunque creo que esta visita no vendrá, porque no sé que podría decirme un Espíritu de las Oposiciones Presentes porque si quisiera que volviera a opositar otra vez, lo lleva claro.

Dicho esto, si estás en tratamiento y no consigues mantenerte, no sé qué más podría decirte porque a mi la química me funcionó aunque a base de altas dosis y no sé si tú puedes subir las tuyas. Creo que lo que no cuento en el libro (bueno ya no me acuerdo si lo cuento o no) es que yo desayunaba y almorzaba con lexatin, dormía la siesta con otra capsulita y me iba a la cama con el Sr. Orfidal y el Sr. Rohipnol en el estómago para conseguir dormir … más la paroxetina, claro, que creo que la tomaba por la mañana….. Seis pastillas al día para conseguir llegar “vivo” a la meta. Aquello ya no es más que un relativamente triste y borroso recuerdo. Yo ahora solo me acuerdo de mi Raimunda (conseguida a los 50), de mis dos libros  (publicados los dos este año con 52 años) y de los 3.000 artículos de mi blog.

¿Mereció la pena? Pues a mí, claramente, sí.


Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario