La fila de hacer

la fila de hacer

Ya me he topado varias veces con esta viñeta.

Y tú, ¿criticas? ¿propones? … ¿o haces?

“Supongo que el Consejo estará haciendo algo”, se leyó.

“Es una puta vergüenza, dijo otro.

El corral se encuentra agitado, ¿no? Sentencias, reforma hipotecaria, bases de datos, notarías de diseño, Notarios influencers. Bueno, supongo que como en cualquier otro ámbito o gremio, ¿no es verdad?

La sobre información, la información mala o deficiente (o interesada, partidistista, subvencionada, retribuida, subjetiva, carente de rigor …), los tiempos, las redes sociales, los haters, el hablar de lo que no sabe, el no formarse una opinión, seguramente hacen el resto.

Lo dice la letra de Cambalache y eso que es de 1935y, desde luego, puede extenderse lo que dice del Siglo XX al Siglo XXI … y, al paso que vamos, seguro que al Siglo XXII.

Que el mundo fue y será
una porquería, ya lo sé.
En el quinientos seis
y en el dos mil, también.
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
barones y dublés.
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en el mismo lodo
todos manoseados.

Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador…
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
Lo mismo un burro
que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón,
los ignorantes nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón.

¡Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón!
Cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón…
Mezclao con Stravisky
va Don Bosco y La Mignon,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín…
Igual que en la vidriera
irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia
junto a un calefón.

Siglo veinte, cambalache
problemático y febril…
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil.
¡Dale, nomás…!
¡Dale, que va…!
¡Que allá en el Horno
nos vamo’a encontrar…!
No pienses más; sentate a un lao,
que ha nadie importa si naciste honrao…
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura,
o está fuera de la ley…

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario