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Las oposiciones a notarías y el “despilfarro de capital humano”

Decía alguien hace poco que empleamos mas de seis años en preparar; que aprobamos con mas de 30 años y que suspenden el 90% de los presentados, sentenciando: “¡Qué despilfarro de capital humano¡”.

Pues mire, la media está mas en los siete que en los seis y la edad para aprobar mas en los 31 que en los 30 pero yerra en lo de los suspensos.

¿Suspenden el 90% de los presentados?

Bueno, en las últimas oposiciones celebradas en Granada y Sevilla había 779 firmantes y aprobaron 91. No aprobaron (y ahora matizaremos este “no aprobaron”) el 88,31%. Pero ¡cuidado!, los presentados (recordemos que un fundamento básico de las oposiciones es que no se puede aprobarlas sin presentarse a ellas) fueron 562 por lo que ya de entrada le vamos a pegar un recorte al dato de que suspenden el 90% de los presentados. Los suspensos sobre el total de presentados representan el 83,80%, no el 90%.

Es importante tener en cuenta que el 27,85% de los que firmaron la convocatoria (217 opositores), no se presentaron a ella por diversas razones (se lo han dejado, es pronto para ellos o cualquier otra), haciéndolo SOLO el 72,14% de los firmantes.

De esos 562, solo terminaron el primer examen 349 opositores (el 62,09% de los que se presentaron y el 44,80% de los que firmaron la convocatoria, es decir, cerca de la mitad), con lo que de los que terminan el primer ejercicio SOLO lo suspenden ese 44,80% y de los que aprueban ese ejercicio (55,20%), el 26,07% aprobaron las oposiciones (sobre uno de cada dos). O sea, que de golpe y porrazo ese terrible dato de que el 90% de los presentados suspenden, se puede transformar en que uno de cada cuatro que supera el primer ejercicio, aprueba la oposición. Como cambia la cosa, ¿verdad?

Recopilando un poco:

  • 779 firmantes. No aprobados sobre las 91 plazas, 88,31%.
  • 562 presentados al primero. No aprobados sobre las 91 plazas, 83,80%.
  • 217 no presentados.
  • 349 completan el primer ejercicio. No aprobados sobre las 91 plazas, 73,92%.
  • 213 no lo completan retirándose en cualquier momento entre que se sacan las bolas de los sacos y se completa la hora que dura el primer ejercicio.

Me parece que el que quiere hacer una crítica seria de un sistema debe analizar en profundidad los datos y si le apetece hacerlo, aquí los tiene. Por supuesto, olvida también nuestro precipitado crítico que esos que no se presentan, que se retiran o que suspenden insisten en las siguientes convocatorias y en un porcentaje muy elevado de casos lo consiguen mas adelante. Me atreví a hacer unas cábalas nada fundadas aquí, pero la filosofía de fondo de mis juegos malabares es que no es tan desesperada la situación salvo en un porcentaje de casos que es imposible precisar y qué, a veces, sí que son auténticamente dramáticos.

Por supuesto, no cometeré la osadía de hablar del sistema de acceso de los profesores y catedráticos universitarios pero no creo que me equivoque si decimos que no tiene demasiado de qué presumir.

Vamos a por lo último: El despilfarro de capital humano

Con una tasa de paro en España de los menores de 29 años de casi el 30% y con una tasa de Ninis de casi el 20%, ¿alguien se atreve a hablar de despilfarro de capital humano al referirse a jóvenes esforzados, valientes, inteligentes y estudiosos que dedican a su formación jurídica con o sin éxito unos años decisivos de su vida? Está suponiéndose que todo el que no aprueba nuestras oposiciones es un fracasado y ya no sirve para nada, lo que, otra vez, supone no tener ni idea de lo que se está hablando. Mucho mas atinado está, sobre ese tema, este artículo (“Opositores fallidos, caballos ganadores en los bufetes: Su capacidad de estudio y nivel de conocimientos son valores que tienen en cuenta los empleadores”) que viene a decir que a los buenos opositores se los quitan de las manos. A los malos (a los no tan buenos, a los que no se adaptan, a los que tuvieron mala suerte o no la tuvieron buena etc …), que probablemente (en unos cuantos casos), solo aparecieron a probar qué tal les iba para descubrir que esto no era lo suyo, les irá de diferente manera pero evidentemente no habrá tampoco ningún despilfarro de capital humano en gente que ha considerado, aunque se haya equivocado (o tal vez no), que tenía capacidad para preparar y aprobar nuestras oposiciones.

Además, es obvio que no se puede conseguir todo lo que te propongas, que no basta con que te esfuerces en conseguirlo y que por no conseguirlo no te habrás despilfarrado, ni la sociedad estará despilfarrando capital humano alguno porque las cosas no funcionan así, ni pueden mirarse desde ese punto de vista. Si con todo el que no ha conseguido ser lo que quería, consideráramos que se ha producido un despilfarro de capital humano, casi cada uno de nosotros constituirá un despilfarro andante. Finalmente, tengan en cuenta, que el fracaso o éxito en las oposiciones, por otra parte, podría perfectamente suponer el éxito o el fracaso en cualquier otra cosa en la que te habrías o no te habrías despilfarrado de no haberlas o de haberlas aprobado. Todo es relativo.

Solo estaré de acuerdo en una cosa y esa no se dijo. Me enerva que el desperdicio de capital humano se produzca como consecuencia de una mala preparación del sujeto, por falta de paciencia o aptitudes de quien prepara. Eso sí que es un auténtico despilfarro de cualidades, de vocaciones y de capital para el Notariado.

Por lo demás, la cuestión es solamente una cuestión de SISTEMAS de selección. Todos perfeccionables aunque algunos mucho mas que otros teniendo en cuenta que hay 125.000 docentes universitarios y poco mas de 1,4 millones de estudiantes (11 alumnos por profesor). Nosotros somos 2.800 (y tocamos a 16.000 habitantes por Notario).

Pronto llegaron los comentarios

  1. “Las comparaciones son odiosas. Que nuestro sistema sea mejorable o no, nada tiene que ver con que el acceso a otras profesiones lo sea o no”. 100% de acuerdo.
  2. “La oposición no es exactamente para adquirir conocimientos o formarse, realmente todo el temario o gran parte está estudiado en la carrera. Deberíamos haber aprendido mas Derecho en la facultad, cuestión que sin duda da lugar a otro debate de trasfondo bidireccional puesto que, por un lado conllevaría una crítica al sistema, cuando no se pretendió optimizar talentos y, por otro lado, una crítica al alumno, que está obligado a buscar el máximo aprovechamiento de recursos”. La oposición para mí es una competición de gente que estudia para ganarse una plaza y que en esa competición consigue adquirir conocimientos y formarse. Concretamente a mi, la facultad no me habrá dado ni el 5% de mis conocimientos jurídicos. De hecho, de las materias que no he tratado a fondo en la oposición o en el ejercicio sé muy poca cosa (Penal, Procesal, Laboral, Administrativo, Constitucional, Romano, Historia del Derecho, etc …).
  3. “No es del todo creíble lo del acceso a grandes despachos. Puede que en los despachos de abogados haya más ex funcionarios que ex opositores. Suelen aprovisionarse en algunos masters y en algunos cuerpos de la administración. La oposición aprobada podría ser una plataforma para otras salidas pero no la oposición no aprobada porque el ejercicio de la función da la experiencia y eso sí que prima”. Tal vez para despachos de abogados no tanto, pero en otros ámbitos sí que se aprecia un buen ex-opositor.
  4. “En nuestro trabajo se nos pide respuesta inmediata y ahí es donde se nota ese “dar cera, pulir cera” que implica la oposición. Además a mayor volumen, mayor exigencia de inmediatez. Esa exigencia de inmediatez no es igual en todas las profesiones con o sin oposición de por medio para acceder a ellas”. 100% de acuerdo.

Por cierto, yo estuve a punto de despilfarrarme yo solito. Si quieren conocer mi historia, la tengo contada en “Nada antes que opositar: Nihil prius oppositio”.

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario




 

6 comentarios

  1. Qué triste limitar y reducir lo que significa ser humano, la capacidad de aprender, de afrontar retos, de ilustrarse y cultivarse, vinculándolo al concepto “capital”. La propia expresión “capital humano” roza lo ofensivo. Hace siglos, muy probablemente se tachara de despilfarro construir barcos para cruzar un océano en busca de otras tierras o, no hace tanto, construir un cohete para ir a la luna. Pero, ah, hay algo en el ser humano que lo empuja a ir más allá. Antes se decía que al aprender no solo se adquiere algo, sino que se convierte uno en alguien. Y hoy hablamos de “capital”, que no es otra cosa que la cosificación del ser humano, su instrumentalización.

    Hay retos que, por su propia naturaleza, requieren más tiempo, mayor preparación. También es lógico pensar que cuanto mayor sea el reto, su dificultad, mayor será la probabilidad de fracasar al afrontarlo, pero ¿no es ahí donde radica también la grandeza de intentarlo?

    Pero, en fin, Justito, ya sabes lo que se dice: cuando el dedo señala al cielo, el tonto mira al dedo.

    Un saludo.

    • Querido Juan Pedro.
      A menudo reparas en detalles que a mi se me escapan. Tienes toda la razón, encima la fórmula, la expresión, ese concepto son desafortunados.
      Cuando ayer me desperté de la siesta, repasé los números. Esta mañana he añadido esos comentarios obra de un compañero “de los buenos”, como tú, que sabe y piensa lo que dice y hasta un rato antes de comer he hecho algún matiz mas.
      Estoy completamente de acuerdo contigo. Lo tuyo no fue demasiado largo pero tienes bien tomada la medida de lo que supone hacer lo que hicimos.
      Gracias por tu intervención. Un abrazo, Justito El Notario.

  2. Cada cual cuenta la feria, según le va. Por cierto, existe la posibilidad de acceder al acta de calificación de ese primer ejercicio acabado y no aprobado (en mi caso, de registros)? Porque llevo 30 años pensando qué fue lo que hice mal y me gustaría saberlo. Y si pienso que he despilfarra do unos cuantos años de mi vida.

    • Hola Ana. No siempre es así. Algunos procuramos ser objetivos, realistas y sinceros y si me lees sabrás que es así. Te reconoceré que muchos se hacen una composición mental que no lo es y a muchos o pocos años vista relatan la oposición como un cuento de hadas. No es mi caso.
      Dudo mucho que esa información esté disponible a estas alturas, el Colegio o la DG podría responderte. Yo no lo sé. Si las cosas se hacen bien al menos mientras que no transcurra todo plazo de reclamación, así debería ser.
      Yo creo que también pensaría como tu si después de once años de preparación no hubiera preparado y hubiera acabado trabajando como oficial en la notaría de mi padre, pero he hablado con muchos opositores a lo largo de estos últimos años y solo hay unos pocos que consideran su preparación un despilfarro y no consiguen sacarle su rendimiento.
      Por último, el post conlleva una comparación (odiosa como todas) con un mundo completamente distinto: el universitario desde el que son frecuentes las críticas hacia nosotros y nuestro sistema, cuando el suyo, a mi modo de ver, deja también mucho que desear (puede que mas).
      Saludos y gracias, Justito El Notario.

  3. Buenos días Justito.

    El análisis que haces es realmente esclarecedor. Es absurdo pensar que el 90 por ciento suspende.

    Estoy convencido de que este sistema de oposiciones es el único posible si se quiere afrontar con ciertas garantías la extraodinaria complejidad que supone ser Notario o Registrador. Seguro que pueda ser mejorado, pero la verdad es que no se me ocurre cómo.

    No voy a negar que 11 años de oposición sin premio es, desde un punto de vital, algo dantesco. Sin embargo, con el paso de los años te das cuenta que de aquel esfuerzo surgen continuamente los “renuevos y mugrones” de los que habla el art. 1656 CC.

    En fin, si es cierto, como dicen, que para la mayoría de la gente su verdadera patria es la infancia, la mía, en cambio, fue la oposición. Y orgulloso estoy de ello.

    Gracias, como siempre.

    • Hola Dandanovic:
      Cuando me he despertado de una larga y reponedora siesta (el jueves me calcé 420 km para ir y volver a la fiesta de jubilación de Pablo Navarro), he pensado que había hecho una lectura incorrecta de los datos así que los he revisado.
      El comentario que da lugar a la entrada procede de Twitter donde el debate sobre este asunto reaparece con frecuencia. Pero yo allí permanezco callado y luego me voy al blog y doy mi versión. El propósito es que quien busque información la encuentre “algo” fundamentada.
      No recordaba lo de los renuevos y mugrones.
      Gracias por reaparecer. Un abrazo, Justito El Notario.

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